La Dirección General de Costas inició ayer el dragado del arenal formado unos 30 metros mar adentro frente a la costa de Les Palmeres para intentar reconstruir la playa perdida. Buzos, topógrafos y técnicos de la empresa pública Tragsa trabajaron desde primera hora de la mañana en el área afectada, situada frente a la Via de Sant Roc de la zona marítima suecana.

Tras la instalación del dispositivo acuático necesario comenzaron los trabajos de dragado que, presumiblemente, finalizarán esta misma semana. La intervención, prevista para la semana pasada, tuvo que aplazarse por las condiciones meteorológicas adversas que hacían inviable las tareas. Ayer ondeaba la bandera verde para los bañistas en las áreas no afectadas por el dragado.

"Ya en los años sesenta esa zona concretamente presentaba problemas de degradación de la playa debido al oleaje", recordaba ayer la concejal de Servicios Municipales y Playas del Ayuntamiento de Sueca, Pilar Moncho. Por ello, "aprovechando que hoy comienzan los trabajos de reconstrucción de ese mismo punto, pediría a la Dirección General de Costas que no dejen pasar otros 50 años antes de intentar dar una solución definitiva a este problema", añadió.

Una vez finalizados estos trabajos, desde Costas tienen prevista una segunda actuación que podría consistir en trasladar arena seca desde otro punto de la costa suecana. Esa posibilidad se estudiará en función de cómo evolucione la playa y las corrientes marinas tras la primera actuación. "Esperamos que las condiciones naturales eviten que se tenga que realizar ese segundo movimiento de arena y, por fin, nos dé una tregua en ese punto", confesó la edil que en reiteradas ocasiones se ha mostrado contraria al arrastre de arena desde la cercana playa de Motilla.

Pilar Moncho recuerda que en la década de los años 80 ya se aportó arena seca y, con el paso de los años, el mar se la llevó. "Por eso, interpreto que la solución va más allá de verter arena en ese punto", afirmó. Respecto al dragado se muestra favorable porque "esa arena ya, de alguna manera, está perdida y ahora intentamos recuperarla del mar; pero la posibilidad de aportar arena seca ya se ha demostrado que no ha sido efectiva", insistió.

La edil pone como ejemplo una transfusión de sangre que se realice a una persona que tenga una herida y que va perdiéndola en la medida que se le transfiere. "Por tanto habrá que identificar cuál es el problema y, sobre todo, la solución para tratar de revertir esta situación", enfatizó.

Durante el tiempo que duren los trabajos, el perímetro de actuación en el mar permanecerá acotado, y cerrado el paso en la zona de la arena. La prohibición de tomar el baño se mantendrá, incluso una vez terminadas las tareas debido a la alteración que sufre el fondo marino tras una intervención de estas características. La aspiración de la arena suele provocar hondonadas que pueden resultar peligrosas para los bañistas.