Un grupo de vecinos de Puçol, que se han constituido en asociación cultural, han presentado un recurso ante el juzgado de lo contencioso-administrativo de Valencia por la negativa del ayuntamiento de reconocerles como falla. Formada por 85 antiguos miembros de la falla Picayo, no sólo tienen en contra al consistorio, sino también a la Junta Local Fallera, que ha rechazado sus peticiones para constituirse como comisión. Detrás del rechazo por parte de las otras fallas está, según uno de los portavoces de "la Costera", el miedo a perder parte de las subvenciones municipales al tener que repartirlas entre más fallas.

La asociación cultural -ya han hecho los trámites para inscribirse en el registro de asociaciones de la Comunitat Valenciana-, se presentó en febrero de este año ante la JLF y el ayuntamiento con la intención de acreditar que cumplían con todos los requisitos para constituirse en comisión fallera: eran más de 50 falleros adultos sin deuda alguna con el resto de fallas de Puçol, contaban con un local para poder reunirse y la calle en la que iban a plantar el monumento tiene boca de incendios. "Vivimos tiempos difíciles, somos conscientes, y no queremos perjudicar a los demás falleros. Simplemente queremos hacer lo mismo que todos vosotros", recogían en su escrito.

Unos días después, el consistorio informó desfavorablemente a esta petición. En su escrito, el edil de Fiestas, José Mª Esteve, recordaba que en Puçol ya existen seis comisiones "que atienden suficientemente la posible demanda de los vecinos que quieran participar en las fallas". Subrayaba también Esteve que el gobierno local "se ha visto obligado" a reducir las subvenciones y servicios a todas las asociaciones de Puçol.

La respuesta de la JLF también fue negativa después de que 5 de los seis presidentes de falla que la forman votasen en contra de aceptar a "La Costera", e incluso le advertía de las consecuencias legales de usar la denominación de "falla".

Sin embargo, los miembros de la Costera han perseverado en su intención de reivindicarse como la séptima comisión de Puçol. Antes de recurrir a la vía judicial, han mantenido diversas reuniones con el concejal de Fallas y con la propia alcaldesa Merche Sanchis, e incluso con la Junta Central Fallera, que les indica que es el gobierno local el que tiene la potestad o no de aceptarles.

Pero el último rechazo sufrido vino el pasado julio por parte del consistorio, que les ha negado la licencia ambiental para montar un casal ya que no están incluidos en el censo fallero. "Y, entre otras cosas, no nos incluyen en el ceso fallero porque no tenemos casal -señala un portavoz de la asociación-. No tiene ningún sentido".

El, por ahora, último acto de protesta de "la Costera" tuvo lugar el pasado sábado cuando participó en la cabalgata de las fiestas patronales haciendo pública su reivindicación con pancartas y folletos: "Cumplimos todos los requisitos exigidos por la ley para constituirnos como fallas y el ayuntamiento no nos deja. ¿Por qué a unos sí y a otros no?".