El grave deterioro del edificio más representativo del gótico civil en la Ribera, la Casa de la Granja o Casa de Sinyent, ha provocado una intervención de urgencia. La Asociación Valenciana de Agricoltures (AVA), propietaria del inmueble, ha decidido actuar para garantizar la conservación de esta construcción consciente de que si no lo hace, puede que en un corto espacio de tiempo no hubiera nada que rehabilitar.

Los albañiles han empezado a apuntalar algunas estancias en esta primera intervención que también contempla sustituir la cubierta para evitar las filtraciones de agua que aceleran la degradación de este edificio de Polinyà. «Aunque no nos viene bien, ya no esperamos más», comentó ayer el presidente de AVA, Cristóbal Aguado. La obra permitirá que los arqueólogos realicen con seguridad las catas de cara a una rehabilitación más ambiciosa, pendiente de financiación.

«Vamos a consolidar la estructura, apuntalar todo el edificio por dentro y por fuera, y a poner una cubierta para que no vuelva a entrar ni una gota de agua», comentó Aguado, mientras señalaba que «lo primero que ha caído es lo que no era propio del edificio» en alusión a un techo instalado durante alguna de las reformas.

La alquería de Sinyent, cuyo edificio más singular tuvo un carácter defensivo, formaba parte de un conjunto de asentamientos junto al Xúquer que dependían del castillo de Corbera. El lugar tuvo gran relevancia porque, durante siglos, fue el único paso del río entre los puentes de Alzira y Cullera. El historiador de Corbera Salvador Vercher ha documentado el paso de personas, mercancías y ganados ya en el año 1263, así como una embarcación en el paso hasta 1494, cuando los condes de Carlet adquieren Albalat.

Cristóbal Aguado recordó ayer que cuando AVA adquirió la finca hace algo más de dos años, el edificio ya se encontraba muy deteriorado por años de abandono. Las lluvias de principios de año agravaron esta degradación.