La normalidad volvió ayer al colegio público Ausiàs March de Sagunt después de que la dirección de centro suspendiera las clases el día anterior al estar sin agua y tras la detección de un foco de legionela del que no tuvo una confirmación por escrito hasta esa mañana a las 11 horas, tras una comunicación verbal dada el día anterior. Ayer, las cañerías del centro ya funcionaban después de un tratamiento de hipercloración y el ayuntamiento suministró botellitas de agua «ante el mal sabor que tendrá un par de días», apuntaban desde la asociación de padres.

La presidenta de esa entidad, Patricia Bravo, agradeció las explicaciones otorgadas la tarde anterior por varios ediles y técnicos del ayuntamiento en una reunión a la que acudió la dirección del colegio pues, según aseguró, «aunque puede haber habido fallos, se han solucionado y se ha eliminado la alarma creada, sobre todo, por la incertidumbre al no saber qué pasaba. Si ocurre otra vez, creo que se actuará de otra manera».

Desde CC OO se pidió una convocatoria urgente del Consell Escolar Municipal para dar explicaciones de lo ocurrido y del «silencio» al centro mientras la Plataforma Per L' Ensenyament Públic opinó que debía revisarse el protocolo «porque se han cometido graves fallos, sobre todo en la cadena de información».

El foco de legionela registrado en el colegio Ausias March ha devuelto a la actualidad una bacteria cuya prevención y control centra todo un Real Decreto, además de provocar inspecciones autonómicas y municipales que permiten intervenir antes de que haya afectados, como ha ocurrido en este centro escolar saguntino y en algunos más de la ciudad.

Desde la concejalía de Educación se reveló ayer durante una comisión municipal que, desde que el PP impulsó estos controles en 2009, este tipo de legionela se detecta en una media de dos centros por año; un dato que sorprendió a miembros de la oposición y que la concejalía dijo no haber difundido hasta el momento teniendo en cuenta que se trataban impidiendo que provocaran riesgos y ya se consideraban como algo «normal».