Alumnos de 1.º de bachillerato del IES Ifach en Calp, han comenzado el curso escolar en unas condiciones lamentables. La carencia del mobiliario más básico en este centro escolar, como son mesas y sillas, han sido la causa para que un gran número de estudiantes tengan que recibir las clases sentados en el suelo. A esta precariedad de medios se suma a la masificación que soportan algunas de las aulas en las que se han llegado a superar más de 50 alumnos.

Alumnos que prefieren mantener el anonimato relatan las condiciones en la que han de estudiar. "No hay mesas ni sillas suficientes, somos 52 alumnos en clase. Hoy -por ayer-hay ocho alumnos que estudian sentados en el suelo", afirmaba un estudiante que está viviendo de cerca esta situación. Incluso señalan que hay profesores que toman medidas más drásticas como expulsar a los alumnos que estudian sentados. "Una de las profesoras nos tiró de clase porque no veía bien lo que estaba pasando y nos mandó a quejarnos al director. Estuvimos una hora en conserjería sin que nadie nos hiciera caso", revela una alumna perjudicada.

"Lo único que podemos hacer es contar lo que pasa a nuestros padres y ellos que hablen con la dirección. Nos prometieron que el pasado lunes ya estarían las sillas y las mesas. Nos han vuelto a efectuar la misma promesa pero esta vez diciéndonos que este viernes ya estarían aquí. No nos creemos ya nada, afirma otra de las alumnas que cursan sus estudios en un centro escolar que mantiene un rotundo silencio sobre lo que está pasando. Otras fuentes aseguran que si no hay más alumnos sentados en el suelo es porque "simplemente no vienen a clase hasta que se arregle la situación".

La AMPA señala que "A muchos no ha gustado que la realidad vea la luz, que los medios de comunicación se hagan eco de una realidad que Calp está viviendo pero que desde hace años se veía venir. Todo llega y ahora nos ha tocado a nosotros. Lo peor de todo es que solución no se ve a corto plazo y puede que tampoco lo veamos en todo el cursoÉ mientras tanto tendremos paciencia, pero la paciencia tiene un límite". Los padres y madres de alumnos denuncian que la situación ha legado al límite por los recortes que la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana ha impuesto.