De templo de lujo a vertedero

Vivir al lado de un complejo en ruinas que sufre accesos irregulares «cada dos por tres» para expoliar lo que queda en el interior es «tener una preocupación constante», como reconocen algunos vecinos cuyas casas están situadas cerca del antiguo Hotel Lido del Vedat de Torrent. Los residentes de la zona temen que los autores de los saqueos entren a sus casas y también que «cualquier día haya un incendio» que les afecte, tal y como ha quedado el recinto después de varios años abandonado, desde que cerró sus puertas el verano del 2009.

El complejo se inauguró el 20 de diciembre de 1966 con el nombre de Gran Hotel Lido y se convirtió en uno de los primeros servicios de la nueva zona urbanizada en el Vedat, Santa Apolonia.

La inauguración fue todo un acontecimiento y desde sus primeros días fue un referente de acontecimientos sociales del «cap i casal», de Torrent y de l´Horta, por su ubicación y el lujo de sus instalaciones.

Durante tres décadas, el Lido ha sido el epicentro de las grandes celebraciones torrentinas en los ámbitos institucional, político, empresarial, festivo, solidario y otros. Todo ello de forma paralela a su desarrollo como hotel y salón de banquetes. De ahí que fuera un símbolo para muchas generaciones, que han pasado allí momentos importantes de sus vidas. El recinto tuvo una gran ampliación en los años 80 y había sido objeto de diversas remodelaciones con el paso de los años. En 2009 y con dificultades económicas arrastradas además de las desavenencias internas de sus tres socios, el Hotel Lido entró en proceso concursal y, en plena temporada de bodas y banquetes, cerró sus puertas.

El complejo acabó en manos del banco Sabadell-CAM que es ahora el responsable de su mantenimiento en las condiciones que marca la ley. Pero el acceso incontrolado „se han desatendido todos los requerimientos municipales para poner medidas que lo evitaran„ lo ha convertido en un vertedero, con todas sus dependencias arrasadas y pintadas gigantes hasta en lo alto de la fachada, que hacen que resulte casi imposible encontrar una huella de lo que fue.