El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, defendió ayer en las Corts la amortización de 161 plazas de personal interino llevada a cabo en el departamento sanitario de la Marina Alta cuando se privatizó su gestión. Sostuvo que no era necesario negociar la amortización de estas plazas vacantes. Y mostró su discrepancia respecto al fallo del TSJ que anula este proceso. Al contrario de lo que aseguró este tribunal, Llombart dijo ayer que al amortizar las plazas no se cambiaron las condiciones de trabajo de los empleados. La Generalitat ha recurrido esta sentencia en casación ante el Tribunal Supremo.

El conseller, que compareció a petición de los tres grupos de la oposición, dio la cara por la empresa Marina Salud, que gestiona desde 2009 la sanidad comarcal. Aseveró que "la cuenta de resultados es negativa; lo que me preocupa". Y dijo que ahora, en la comarca, hay "más infraestructuras sanitarias, más profesionales, más especialidades, más actividad asistencial y más calidad acreditada, más satisfacción de los pacientes y más atención a los crónicos".

Mientras, la oposición denunció el poco control que la conselleria ejerce sobre la empresa concesionaria.