Isabel Berrendero entiende perfectamente la desesperación de las personas que se quedan en la calle por un desahucio. "Siento que la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) me ha salvado la vida", dijo ayer esta vecina de Pedreguer, que incluso llegó a presentar ante la policía una denuncia por acoso contra el banco que la llamaba a todas horas e incluso domingos para exigirle que pagara su hipoteca. Ella ya ha presentado cuatro solicitudes de dación en pago. Compró el piso cuando tenía un empleo fijo. Cuando la despidieron de sus dos últimos trabajos entregó el finiquito íntegro al banco. "Pero me exigen que pague aunque no tenga para comer", dijo.

Isabel ilustró ayer con su caso la importancia de la labor que está realizando la PAH de Dénia y la Marina Alta. Se creó el pasado mes de febrero y ya ha atendido a 70 personas que se han visto con el agua al cuello por la hipoteca. Óscar Ramírez, que es uno de sus portavoces, instó ayer a los ayuntamientos a seguir el ejemplo de la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, del PP, y expropiar casas a los bancos para que las personas desahuciadas vivan en ellas pagando un alquiler social.