Una cruz invertida en el centro y, sobre ella, el número de la «Bestia», el 666 que habitualmente se relaciona con satanás y el anticristo, ocupaban la parte central y, a cada lado, una Estrella de David que podría tratar de representar un pentagrama invertido, otro símbolo asociado al satanismo. Hace pocas semanas ya apareció una pintada en la fachada del templo con la inscripción «Dios es gay», si bien el sacerdote Ernesto Colomer, que estos días está al frente de la parroquia, dijo desconocer si se trata de los mismos autores.