El Ayuntamiento de Petrés está decidido a intervenir en su castillo, cuya construcción se remonta al siglo XV y mezcla los estilos medieval e islámico. Con esta finalidad, el gobierno municipal ha encargado un presupuesto para actuar en los muros de esta fortaleza. "Queremos saber -apunta el alcalde de la pequeña localidad de El Camp de Morvedre, Julio Sánchez (PP)- cuánto dinero se necesita para tener una idea".

"Lo primero que queremos hacer es consolidar los muros, preservar lo que hay para impedir que se caiga, y luego estudiaremos si es posible una segunda fase de restauración", adelanta el presidente de la corporación local. De momento, el consistorio trabaja en esta primera intervención, un proyecto que se está redactando por los técnicos municipales en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia.

Respecto a la financiación de esta actuación, Sánchez prefiere no pronunciarse, aunque deja claro es que "voy a luchar a capa y espada por este proyecto, porque creo que ya es hora de hacer algo al respecto".

Este impulso a la rehabilitación del patrimonio monumental de Petrés surge después de una conferencia sobre el castillo que tuvo lugar hace unas semanas y que dio "más fuerza" a esta iniciativa. De esta cita también nació la idea por parte de un grupo de vecinos de constituir una asociación en defensa del patrimonio histórico de la localidad. Mientras se llevan adelante los trámites legales para fundar este colectivo, el primer embrión de este proyecto, al que se da nombre de amigos del castillo de los Aguiló de Petrés, persigue mucho más que restaurar el monumento.

"La intención es reivindicar y dar a conocer la historia de este castillo, que es muy desconocida, y entraña muchos datos interesantes sobre la vida de los Aguiló, que, al parecer, fueron determinantes en la Batalla del Puig, que abrió las puertas a Jaume I", según el alcalde. Sánchez añade que esta familia "tuvo un gran peso dentro de la historia de España, porque participó en contiendas como la conquista de Granada o la batalla de San Quintín, entre otras muchas".

Caballerizas

El castillo, cuya fachada está datada en el siglo XV y originalmente tenía tres plantas, se extiende sobre una superficie de alrededor de 1.000 m2 y una de las zonas con mayor encanto es la planta de las caballerizas sobre las que se trabaja con varias ideas para hacerlas visitables, porque "están en un estado bastante aceptable".