Casualidad o demostración de fuerza, pero la junta de gobierno de la Comunidad de Regantes del Valle de Càrcer y Sellent escenificó ayer el respaldo del Consell, posiblemente en la semana más tensa en la centenaria historia de la entidad. El vicepresidente y conseller de Agricultura, José Císcar, presidió la inauguración del centro de distribución de agua para el nuevo sistema de riego por goteo a las puertas de la asamblea en que los comuneros votarán la propuesta de privatizar la gestión. Los regantes que se oponen a la externalización planteada por el presidente, Aurelio Hernández, forzaron en la asamblea del domingo pasado una votación secreta tanto para la adjudicación del servicio a una filial del grupo Aguas de Barcelona, como para la propuesta en la que reclaman una auditoría que abarque el período 2007-2013 previa a la contratación y sobre la solicitud de dimisión del presidente. La ausencia de urnas provocó que se aplazara la votación. En este interin, Hernández recibió ayer el apoyo tácito del gobierno valenciano en la inauguración de esta infraestructura incluida en el proceso de modernización de la comunidad, que el presidente señaló como el ejemplo más claro de que es necesario un cambio ya que la sociedad no dispone de personal cualificado para encargarse de los nuevos equipos y los 93 kilómetros de tuberías.