Trabajo

La dirección de Bosal prohíbe la entrada de los trabajadores a su factoría en Sagunt

Unos 50 operarios descubrieron que la empresa cerraba la planta al presentarse ayer a su puesto

La dirección de Bosal prohíbe la entrada de los trabajadores a su factoría en Sagunt

La dirección de Bosal prohíbe la entrada de los trabajadores a su factoría en Sagunt

rafa herrero | sagunt

Cerca de 150 trabajadores de los 222 que conforman la plantilla de Bosal no pudieron entrar a primera hora de ayer a la fábrica de componentes del automóvil en Sagunt, dos días después de que la empresa comunicara por carta certificada el cierre de la planta con carácter inmediato. Pero ni siquiera todos estos empleados conocían la decisión de la multinacional de liquidar la empresa, ya que muchos de ellos, cerca de medio centenar, acudían con normalidad a su puesto de trabajo después de las vacaciones navideñas al no haber recibido la comunicación de Bosal.

El presidente del comité de empresa en Sagunt, Antonio González, explicaba cómo se sucedieron los acontecimientos durante la mañana: «El guardia se seguridad nos dijo que había recibido una orden telefónica de la dirección de no dejar entrar a nadie en la planta. Aprovechando el relevo del guarda „continua„ conseguimos colarnos en las instalaciones, pero las abandonamos poco después al dar aviso a la Policía Nacional y presentarse una patrulla».

En una mañana con mucha tensión pero ningún incidente, González lamenta que la empresa «ni siquiera quisiera reunirse con nosotros, lo que confirma que se está riendo de todos, incluida la Generalitat, ya que su única intención durante los últimos meses ha sido ganar tiempo para facturar a sus principales clientes. Lo demás han sido mentiras y más mentiras y, aunque desgraciadamente el cierre era algo esperado, no deja de ser doloroso».

Después de confirmar ayer en Valencia que no se había avanzado en la declaración del concurso de acreedores, con el nombramiento del administrador o la determinación de la provisión, los trabajadores empezaron a tramitar las denuncias por negar el derecho al trabajo, tanto a los que no habían sido notificados como a los que recibieron una mera carta certificada.

Para hoy, el plan de los empleados es presentarse a primera hora de la mañana con un inspector de trabajo que certifique la prohibición de entrar en las instalaciones a los operaciones, antes de acudir a las 9.30 horas al ayuntamiento para participar en la junta de portavoces.

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