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Destrozos

Los conejos arrasan los cultivos de la Vall d'Albaida y se ceban con los olivos

Los agricultores alertan de la situación de «emergencia» y critican la falta de actuaciones - El Consell ha incluido a la comarca entre las más agraviadas

Los conejos arrasan los cultivos de la Vall d'Albaida y se ceban con los olivos

La plaga de conejos que afecta a los campos agrícolas de la Vall d'Albaida no amaina y se está convirtiendo en uno de los principales quebraderos de cabeza de los agricultores, por los importantes daños que está causando en los cultivos y bancales. Los últimos en elevar la voz sobre la problemática son agricultores de municipios como Sempere, Guadasséquies, Alfarrasí y Bellús, que ponen de manifiesto los daños que están sufriendo por la proliferación de conejos, que, según denuncian, se están cebando especialmente con los olivos.

Los agricultores advierten que la situación es de «emergencia, de alarma total» y reclaman actuaciones, censurando la «falta de medidas» por parte de la administración autonómica para atajar el problema. El incesante aumento de la población de conejos, alentado por el estado de abandono en el que se encuentran muchos campos —muchos labradores están dejando perder sus campos ante la poca rentabilidad que obtienen— y ante el descenso de cazadores, está causando auténticos estragos en los campos de la Vall d'Albaida, así como también en la Costera y la Canal.

Los conejos se ceban especialmente con los olivos jóvenes, según explican los afectados, «porque tienen la piel más fina que los olivos viejos, con la piel más rasposa». Los labradores señalan que la población cinegética «estropea los árboles, los raspa de manera que la savia no sube por el tronco y las ramas de los árboles, que terminan secándose».

Las perjudiciales consecuencias del paso de los conejos por los campos ha motivado que los agricultores inventen variados métodos para espantarlos. Algunos colocan bolsas de plástico de basura en los árboles para que cuando los conejos acudan «vayan a la bolsa y no trepen al árbol. Que se asusten al tocar la bolsa». Otros labradores han optado por rociar con sulfato de hierro los árboles, que ahuyenta a los animales por la amargura del producto químico. Para poner de manifiesto la dimensión de los daños que sufren, los agricultores explicaban que un labrador que cultiva melocotoneros «había talado algunos árboles para hacer leña, que había apilado y que se ha encontrado con todos los troncos blancos, roídos por los conejos».

32 de los 34 municipios, afectados

La Conselleria de Medio Ambiente ha declarado la Vall d'Albaida como una de las más «agraviadas» por la plaga de conejos, declarándola como zona afectada, y ha incluido a 32 de los 34 municipios de la comarca.

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