La proliferación de excrementos de perros en las calles de las ciudades y pueblos de la Comunitat Valenciana no es un mero problema de limpieza viaria sino que realmente es un gran problema de salud pública. Xàtiva abrió el camino para combatir esta plaga de salud pública con la creación de un banco de ADN de canes que pernite identificar a los dueños de los perros infractores, que permiten que sus mascotas defequen en la vía pública. El incremento de la presión policial sobre los propietarios de mascotas que las pasean sin limpiar sus heces ha bajado hasta un 70% la cantidad de excrementos, según publicó este diario hace unas semanas. El ejemplo setabense ha cundido y en Alzira se acaba de modificar la ordenanza municipal de tenencia de animales para crear el referido banco de ADN canino que también se ha imitado en Espartinas, Sevilla. En Alzira se planteó la posibilidad de que los agentes también patrullasen de paisano pero la medida no se llevó a efecto finalmente.

En Algete, Madrid, hay un grupo de vecinos voluntarios que se dedica a detectar a los dueños infractores y les envía a casa los excrementos de las mascotas. j. m. v. xàtiva