La mujer que el viernes falleció junto al Hospital Militar de Mislata, al sufrir un ataque al corazón, fue enterrada ayer en Santa Cruz de Moya, un municipio al que la familia tenía especial cariño por haber pasado allí muchos veranos y porque en el cementerio de esta población de Cuenca reposan los restos mortales de una de los cuatro hijos del matrimonio, que murió cuando era niña. De hecho, el cuerpo de Ángeles recibió sepultura en el mismo nicho donde estaba la pequeña. «Así están las dos juntas», explicó su marido, Juan Pastor, que la definió como «una mujer habladora, volcada con sus hijos y cariñosa». El matrimonio llevaba 30 años en Mislata.

La familia trasladó hasta allí el cuerpo de esta mujer de 71 años desde un tanatorio de l'Horta, tras descartar hacerle una autopsia. Marido e hijos barajaron esta posibilidad al comprobar que «no cuadraban» los datos que les ofrecieron el viernes sobre el fallecimiento y aquellos que han podido conocer después por distintas fuentes. «Pero al final no quisimos hacerlo más doloroso», explicaron.

Como ya publicó Levante-EMV ayer, la anciana se desplomó cuando esperaba, junto con otras mujeres de Mislata, subir a los autocares que tenían que trasladarlas a Benidorm, por la Setmana de la Dona. El gobierno local de Mislata denunció el viernes que se llamó al 112 pero la ambulancia tardó casi media hora, a pesar de estar a pocos metros del Hospital Militar. Fuentes de la Conselleria de Sanidad, no obstante, insisten en que la ayuda tardó 12 minutos.

Tanto el marido de Ángeles como su yerno aseguraron ayer que al comunicarles el fallecimiento, «los médicos dijeron que fue muerte súbita» cuando posteriormente han sabido que «llegó viva al hospital y allí intentaron reanimarla». «Si hubiera muerto en la calle, no la habrían movido, habrían llamado a la comisión judicial», dijeron. Por ello, la familia se reunirá el lunes con el alcalde socialista, Carlos Fernández Bielsa, que presenció los hechos, para contrastar datos y «estudiar posibles acciones». Como mínimo, indicaron que presentarán una reclamación a Sanidad para que les aporte todos los datos sobre las causas y el desarrollo de los hechos. «Cuando se cometen errores, hay que asumir responsabilidades», opinaron.