El concejal popular responsable de la Seguridad Ciudadana en Aldaia, Carlos Ibáñez, presentó ayer su dimisión por registro de entrada en el ayuntamiento, con un escrito en el que, como en casos anteriores, arremetió contra la gestión de la alcaldesa, Carmen Jávega. Con la renuncia de Ibáñez, que deja el acta y se marcha del Partido Popular, ya son cuatro los ediles que han dimitido desde enero. Por ello, en el doble pleno extraordinario que convocó la alcaldesa ayer, en el grupo municipal popular sólo quedaban siete concejales, de los once que ganaron las elecciones. Tres de las plazas las recuperarán cuando la junta electoral tramite las siguientes altas aunque seguirán el resto de mandato en minoría porque el primero en abandonar las filas del PP, el exportavoz José Luis Montesinos, no renunció a su acta sino que pasó a ser edil no adscrito.
Carlos Ibáñez dimite por «desacuerdos con la gestión política» de la alcaldesa en su área. El edil, que estaba en la corporación desde 2007 y pasó su primera legislatura en la oposición, cree que ha cumplido y que nadie del ejecutivo local puede criticar su gestión. Con todo, afirma se marcha porque «no aguantaba el engaño al que están sometiendo a los ciudadanos». Y respecto a sus competencias, alega «discrepancias» con Jávega en la toma de decisiones sobre la plantilla de la Policía Local. «No ha tenido en cuenta mi opinión, solo ha tratado de desacreditarme», afirma. El edil defiende que su área ha sido «una de las pioneras» en «proyectos para mejorar el servicio a los vecinos, además de mejorar las condiciones laborales de la Policía Local». Por su parte, la alcaldesa de Aldaia, defendió ayer que la causa de las dimisiones que se han producido en sus filas tiene que ver con las aspiraciones que tenían estos concejales. «Como no iban a repetir en la lista del PP, dimiten y se van a otros partidos pero no dejan la política», aseguró la mandataria.
