El goteo de sanciones que casi de forma semanal impone el Ayuntamiento de Alzira a propietarios de perros que no recogen las deposiciones que sus mascotas realizan en la vía pública no impide que muchas calles continúen sembradas de excrementos y el consistorio se dispone a elevar las multas que regula la ordenanza municipal de animales de compañía. El anuncio lo realizó la alcaldesa de Alzira en el pleno del miércoles en respuesta a las quejas de un vecino de Les Basses. El objetivo es establecer sanciones ejemplarizantes que, por otra parte, revertirían también en la sociedad protectora de animales.

La ordenanza actual tipifica como infracción leve el hecho de ensuciar la vía pública y no recoger las deposiciones mientras que si esto sucede en parques públicos o lugares de esparcimiento la infracción se considera muy grave. Las sanciones previstas en el primer caso oscilan entre 30 y 150 euros, si bien el ayuntamiento suele aplicarlas en un grado medio, 75 euros, si no concurre ningún agravante, mientras que para las sanciones muy graves hay previstas multas de entre 300 y 450 euros.

El ayuntamiento modificó recientemente la ordenanza para crear un banco de datos genético para, a través del ADN de los perros, localizar a los dueños que no retiran las heces, aunque el tiempo se ha echado encima y el gobierno municipal ha pospuesto la licitación de este servicio a la espera de las elecciones. También la modificación de la ordenanza deberá esperar, aunque Bastidas anunció el miércoles su intención de contemplar sanciones más severas.