El labrador de 84 años que inició el fuego con una quema de rastrojos que se le fue de las manos estuvo a punto de quedar atrapado por las llamas. Acudió de buena mañana a su bancal. Pese a que ya están prohibidas las quemas agrícolas (ayer estaba decretado el nivel 3 de riesgo de incendios forestales), prendió una hoguera. El fuego se agarró al cañaveral de un barranco. El agricultor se puso muy nervioso y trató él mismo de apagarlo. Sufrió quemaduras en los brazos. Dos jóvenes de la Vall d'Ebo acudieron a auxiliarlo y a sacarlo del fuego. «Se ha salvado de milagro», comentó a este diario un vecino francés que tiene su casa en esta zona. El anciano fue detenido y ha quedado en libertad con cargos.

El fuego afectó al principio a árboles frutales y cultivos. También arrasó los cañaverales de un barranco que está próximo al núcleo urbano de Ebo. Pero luego, empujado por el viento de poniente, subió montaña arriba y arrasó toda la montaña de la Figuereta. El alcalde de la Vall d'Ebo advirtió de que la montaña está repleta de maleza que, por la falta de lluvia, está muy reseca y se prende con facilidad. Se veía que cuando el fuego llegaba a una masa forestal brotaba una gran nube de humo negro. La montaña era ayer un polvorín. La Figuereta tiene un gran valor forestal y paisajístico y alberga muchas rutas senderistas.