El incendio forestal que desde ayer afecta a la Vall d´Ebo, Pego y l'Atzúbia se encuentra perimetrado pero no controlado, según ha explicado el conseller de Gobernación, Luis Santamaría. Además, ha anunciado que los residentes de unas cincuenta viviendas de las zonas de Verdales y el Calvaris ya han regresado a sus casas.

El servicio de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha informado que, según una primera estimación, la superficie afectada por el incendio ha afectado cerca de 1.715 hectáreas, según ha informado el centro de Coordinación de Emergencias en su cuenta de Twitter.

En este sentido, la directora General de Emergencias de la Generalitat, Irene Rodríguez, también a través de Twitter, ha asegurado que la evolución del incendio es "favorable" y el perímetro se encuentra sin llama.

Asimismo, ha informado de que la CV-712 se reabrirá a lo largo de la tarde y que se han retirado a los medios otras comunidades autónomas, aunque continúan 14 medios aéreos actuando en el incendio.

Desde primera hora se han incorporado a las labores de extinción hasta quince medios aéreos y 300 efectivos terrestres y aunque el viento amaninó anoche las llamas han alcanzado esta mañana el Barranc de l'Infern, en la Valla de Laguar, donde se están concentrando los mayores esfuerzos. En este sentido, dos militares de la UME (Unidad Militar de Emergencia) han resultado heridos al volcar el camión en el que viajaban para trabajar en las tareas de extinción. Han sido trasladado al Hospital de Dénia con heridas leves, según Santamaría, aunque otras fuentas explicaban que uno de ellos presentaba una rotura de clavícula.

Un infierno para los residentes de la zona

Las llamas del incendio que se inició ayer por una quema de rastrojos que se descontroló . Otras sufrieron también daños. Numerosos vecinos de Pego arrimaron el hombro en la extinción. El pueblo quedó cubierto por una nube de humo. Muchos residentes salieron a la calle con mascarillas o con el rostro cubierto con toallas mojadas. El humo y la llovizna de cenizas, unido al fuerte calor (más de 40 grados), hacían el aire casi irrespirable.

La impotencia era tan grande que aproximadamente un centenar de pegolinos abuchearon al presidente del Consell, Alberto Fabra, cuando acudió anoche al pueblo. Un vecino que lo increpó y se saltó el cordón de seguridad acabó esposado y detenido. Los nervios estaban a flor de piel.

Al caer la noche y retirarse los medios aéreos (llegaron a actuar 14), el fuego, que a esas horas parecía que no avanzaría más, volvió a rebrotar con fuerza. «Ha vuelto a coger fuerza», afirmó el alcalde pegolino.

El incendio se propagó desde el principio con gran rapidez. Empezó en un bancal de la zona de la Solana del Garrofal, cerca de un barranco. El viento de poniente y las elevadas temperaturas, que llegaron a superar los 40 grados, empujaron las llamas montañas arriba. Llegaron a estar a unos cien metros del núcleo de Ebo, pero luego subieron por la ladera de la Figuereta (el refugio de la Figuereta también quedó muy dañado) y se propagaron hacia el Misserat.

Este diario comprobó, a las 13.30 horas, cómo el fuego corría sin resistencia. Los medios aéreos descargaban a su espalda, en la Vall d´Ebo. Pero el frente bajaba a Pego y superaba el camino del Misserat (es el que sube a los repetidores) y entraba en el término de l´Atzúbia.

A las 15 horas, la Guardia Civil cortó la carretera que sube de Pego a la Vall d´Ebo. Las llamas, a última hora de la tarde, saltaron ya ese vial.

El incendio seguía anoche su avance imparable. A Pego se le veía una corona de fuego. A las labores de extinción, se había sumado la Unidad Militar de Emergencias (UME). Las brigadas forestales y los bomberos (a los del parque de Dénia se sumaron los de Elda, Benidorm y Sant Vicent del Raspeig) seguían luchando contra el fuego tras una jornada agotadora.

La explicación que se les dio a los alcaldes de por qué los medios aéreos no habían atacado el fuego de cara fue que era peligroso meterse dentro de la densa humareda. Para cuando el primer avión descargó en Pego, pasadas las 16 horas, el fuego ya estaba encima de las casas de Verdales y el Calvari. Anoche los residentes desalojados temían que al amanecer sus casas hubieran quedado calcinadas.

«El fuego nos está rodeando», comentaron los vecinos de Pego pasadas ya las 22 horas. El incendio se había dividido en tres grandes frentes. Los medios aéreos regresaran hoy a la zona nada más amanezca.