En Nàquera, el pacto de gobierno no está tan claro. O al menos se ha complicado después de la primera toma de contacto entre Unión Popular de Nàquera, el partido más votado el 24M y del actual alcalde, Damián Ibáñez; y el PSPV, la tercera fuerza más votada, a un solo sufragio del PP.
La combinación más fácil para formar un ejecutivo local estable pasa por unir los 4 regidores de UPdN y los 3 de los socialistas. Máxime cuando ambas formaciones han estado gobernando juntas durante todo el mandato pasado. Sin embargo, la petición del PSPV, liderado por Víctor Navarro, de compartir la alcaldía durante 2 años, o mediante otras fórmulas, ha tensado las negociaciones. Damián Ibáñez se niega a entregar la alcaldía porque entiende que al ser la lista más votada y al haber aumentado un regidor, es el candidato «más legitimado» para asumir la vara de mando. Por contra, Víctor Navarro ha argumentado que durante 4 años «hemos soportado el peso del gobierno local», incluso cuando la ruptura del IVIN llevó a la ingobernabilidad a la corporación local durante parte del mandato recién finalizado, y «merecemos la alcaldía para lograr una mayor visibilidad social del trabajo que realizamos».
Los socialistas han crecido en sufragios pese a no aumentar munícipes lo que les ha llevado a lanzar este órdago. Por su parte, Damián Ibáñez está dispuesto a ceder en el resto de aspectos,« como las concejalías o el reparto de áreas», pero no en la alcaldía. Hoy jueves se ha convocado una nueva reunión de la comisión del pacto, en la que están los 7 concejales electos de ambas formaciones, y representantes de ambos partidos.
El PSPV tenía que celebrar ayer, al cierre de esta edición, una reunión interna para valorar la negativa de UPdN y ver qué camino tomar en las negociaciones. Los dos actores políticos han lanzado mensajes de «buen entendimiento» y de que hay voluntad «de llegar a un acuerdo estable». Pero alcalde sólo puede ser uno. Ya veremos quién cede.
