Wonderwall, el complejo de ocio ubicado en la carretera de la Séquia del Rei en Gandia no sonará este verano. El mismo día en que Ximo Puig era investido nuevo presidente, la todavía Generalitat del PP, ha ordenado «la suspensión» de la ambientación musical y animación que se venía llevando a cabo en este espacio desde hace ya tres años. Eso significa su cierre. Esta decisión supone un duro golpe contra los intereses de los gestores de esta instalación, pues llega justo en el momento en que empieza la temporada más fuerte para el Wonderwall, el verano.

No han sido las molestias por el ruido que genera el volumen de la música y que han desatado decenas de quejas de los vecinos que tienen sus casas en zonas próximas al establecimiento, sino una irregularidad urbanística la que ha acabado por clausurar uno de los espacios de ocio más polémicos de cuantos ha habido en Gandia en los últimos años. El escrito concluye que la terraza en la que se celebran las actividades de ocio, y que está declarada como no urbanizable, no cuenta con el uso urbanístico que marca la normativa para acoger conciertos y fiestas.

La empresa lleva tres años organizando fiestas por todo lo alto en sus jardines. Entre ellas se enmarcan las dos ediciones del SanSan Festival, que tiene lugar durante la Semana Santa. Todo ello con el beneplácito del Ayuntamiento de Gandia, que durante la etapa del PP en el Gobierno local concedió todo tipo de permisos.