La Policía Local de Beniparrell dio ayer un importante golpe al narcotráfico (probablemente al menudeo) al desmantelar una plantación de marihuana de más de mil ejemplares en una nave del polígono industrial Carrascal, tal como ha podido saber Levante-EMV de fuentes municipales. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil se había hecho cargo del caso y había abierto una investigación para tratar de dar con los propietarios de la plantación.
Todo se descubrió por casualidad, cuando los agentes locales fueron requeridos por una persona del polígono industrial para advertirles de que había una empresa con la puerta entreabierta. Al parecer, el denunciante pensaba que alguien podía haber entrado a robar a la nave y, por eso, alertó a la Policía Local.
Al acercarse uno de los agentes, comprobó que el portón de acceso „de tipo basculante„ estaba parcialmente abierto, por lo que decidió ver si todo estaba en orden. Al asomarse al interior, inmediatamente lo recibió «un fortísimo olor a marihuana» que le empujó a entrar definitivamente en la nave, agregaron las fuentes. Allí se encontró con una planta baja diáfana y sin uso sobre la que había un altillo ocupado por una enorme plantación de marihuana.
Los ejemplares, de diferentes tamaños, estaban perfectamente colocados bajo unas lámparas que favorecían su crecimiento al darles en todo momento el calor y la luz idóneos para su desarrollo. El plantel, además, disponía de un completo sistema de riego sectorizado por zonas que, «probablemente, estará enganchado de manera ilegal al suministro eléctrico, ya que su funcionamiento puede exigir del orden de 20.000 euros al mes», agregaron.
Pese a que los operarios de las industrias vecinas aseguraron no haber advertido ningún olor procedente de la nave „según parece había un excelente sistema de extracción de aire„, los propietarios de la plantación sí habían levantado recientemente sus sospechas por los horarios a los que llegaban y la poca actividad que desarrollaban. «Venían muy de cuando en cuando „cuenta uno de los trabajadores de la zona„ y apenas se dejaban ver. Entraban, pero no se notaba movimiento para ser una fábrica». Al parecer, la nave estaba alquilada desde hace unos tres meses.
