Conxa Mateu, vecina de Aielo de Malferit, tiene 84 y padece Alzheimer. En noviembre de 2011 sus familiares solicitaron una ayuda de la ley de dependencia para atender el cuidado de Conxa y 45 meses después siguen esperando la resolución definitiva para percibir la ayuda, en este caso los servicios de una cuidadora que ayude a sus tres hijas en el cuidado de la enferma. La Conselleria de Benestar Social no resuelve el caso, pese a que las hijas han presentado numerosos escritos ante la administración valenciana reclamando la prestación. «Si no se resuelve pronto, mi madre fallecerá esperando la ayuda», aseguran.
La mujer, enferma de Alzheimer, está valorada como gran dependiente „tiene reconocido el grado 3 nivel 1 de dependencia„ y se le realizó la propuesta PIA (Programa Individual de Atención), pero la resolución definitiva se demora desde hace casi cuatro años. Concepción, Mª José y Cristina, las tres hijas de Conxa, explican que «pedimos la ayuda para que venga una persona a cuidar a nuestra madre». Mª José manifestaba ayer a este periódico que «la cuidaba mi padre, pero él ha fallecido esperando la ayuda. Y si no se resuelve pronto el caso mi madre también morirá». Las hijas reclaman que su madre «perciba un derecho que tiene reconocido, no pedimos limosna ni nada que no nos corresponda». Exponen que «nosotras no podemos pagar una cuidadora, por eso recurrimos a la ley de dependencia».
La conselleria retrasa la concesión de la ayuda, alegando falta de presupuesto y ahora se escudan en el cambio de gobierno en la Generalitat Valenciana, según declaraban los familiares a este diario. Ayer mismo volvieron a contactar con la conselleria para conocer el estado del expediente, del que no les dan fecha de resolución.
Ante este retraso de casi cuatro años, las hijas han recurrido al Síndic de Greuges, al que han presentado numerosas quejas. En el última respuesta del organismo que preside José Cholvi, del pasado mes de junio, éste insiste en atribuir la demora «a la pasividad e inacción» de la Conselleria de Benestar Social y recrimina a la administración que la falta de presupuesto no es excusa. Señala que se trata de un «derecho subjetivo perfecto» y que «la asignación de las prestaciones necesarias para atender las necesidades de las personas valoradas en un grado de dependencia en vigor no puede condicionarse a las disponibilidades presupuestarias, y tiene que existir consignación presupuestaria suficiente para hacer posible la efectividad del derecho».
El Síndic de Greuges advierte del empeoramiento progresivo de Conxa debido a la enfermedad de Alzheimer y recomienda a Benestar Social la «urgente resolución del expediente», porque «la ausencia de la preceptiva resolución agrava las consecuencias, ya que se trata de una persona valorada como gran dependiente y el paso del tiempo disminuye, aún más si cabe, la probabilidad de desarrollo de una vida digna». Cholvi también recomienda que se consigne la dotación presupuestaria, así como la percepción con efectos retroactivos.
Persistirán hasta lograrlo
Los familiares de Conxa Mateu aseguran que no cesarán en el empeño de reclamar el derecho de su madre a percibir la ayuda. «Queremos quedarnos tranquilas que lo hemos intentado todo por nuestra madre», concluyen las hijas.
