Los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento de Algemesí y la comisión de peñas que organiza la Semana Taurina para combatir el desprestigio que generaban las polémicas becerradas no han sido suficientes para acallar las voces de algunos colectivos antitaurinos que siguen empeñados en denunciar supuestos casos de maltrato animal. Diversos representantes del colectivo antianimalista local Folgança tuvieron oportunidad de comprobar en la noche del lunes que las becerradas ya se realizan sin sangre.

Desde hace unos días circula por las redes sociales un vídeo que denuncia el presunto maltrato infrigido a los novillos durante la becerrada. Las imágenes, sin embargo, no corresponden a este espectáculo sino a una de las corridas de la Semana Taurina. Y tampoco están grabadas en el coso taurino sino fuera de la plaza cuadrangular de Algemesí, en plena calle Montaña, cuando el toro, ya muerto, espera la llegada de los operarios que se encargan de transportarlo para su aprovechamiento alimentario.

Junto a uno de esos vídeos, ayer se distribuyó un teletipo fechado en Madrid que anunciaba la presentación de una denuncia por parte de plataforma «La Tortura No Es Cultura» (LTNEC) y la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (Avatma) contra los organizadores de la feria de las novilladas, el ayuntamiento y la Conselleria de Justicia por «otro caso» de maltrato animal. Según los inspiradores de la denuncia, el «calvario» del novillo fue «interminable, ya que fue descabellado cinco veces y apuntillado posteriormente», según explican las asociaciones. El toro que aparece en las imágenes, sin embargo, no está vivo.