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La transformación del paisaje

Los pinos ciegan a Santa Llúcia en Xàbia

La ermita del XVII vuelve a estar tapada por una espesa pinada - Las fotografías antiguas muestran el cerro sin apenas árbolesy coronado por el templo, que se erige en hito del paisaje local

Los pinos ciegan a Santa Llúcia en Xàbia

A Santa Llúcia, la patrona de los ciegos, los oculistas o los fotógrafos, le falla la vista en Xàbia. Su ermita del siglo XVII, que corona un tossal también llamado de Santa Llúcia, se ha vuelto invisible. Los pinos la ocultan casi por completo. Hay que aguzar mucho la vista para vislumbrar entre la maraña las paredes encaladas de esta ermita que responde a la tipología constructiva de las denominadas de conquista.

Y no siempre fue así. La ermita era hasta no hace tanto un hito en el paisaje de Xàbia. Las fotografías que se reproducen en esta página, que pertenecen al fondo del museo xabienc, dibujan un horizonte muy distinto al actual, en el que este humilde templo atrae las miradas. Desde lejos se entienden el porqué de su asimétrica cubierta a dos aguas. Ese tejado es la prolongación perfecta del «tossal». Cierra el ángulo superior del triángulo escaleno. A quienes levantaron este templo hace cuatro siglos casi se les puede considerar precursores de la arquitectura orgánica de Frank Lloyd Wright o de la arquitectura del paisaje.

Pero ese efecto que hace de Santa Llúcia un referente en el horizonte de Xàbia hoy ni se intuye. En las últimas décadas, una densa pinada se ha adueñado de la cima de este cerro, que pertenece al parque natural del Montgó. Los pinos han conquistado la ermita de conquista.

Las fotografías antiguas (de mediados del siglo XX e incluso de los años 70) muestran un tossal casi pelado. Ante el pórtico de Santa Llúcia sí había algún pino y ciprés. Daban la sombra justa a los vecinos que subían al oratorio. Esas imágenes hacen reflexionar sobre la transformación del paisaje. El elemento más poderoso, a veces desaforado, es, claro está, el urbanismo. Pero la vegetación también ha cambiado. Los pinos, con esa capacidad que tienen para rebrotar tras los incendios, han desplazado a especies autóctonas. El bosque,ahora uniforme y tupido, no deja ver los otros árboles y arbustos.

Hace dos años, la conselleria de Medio Ambiente ya autorizó al ayuntamiento a podar la pinada de Santa Llúcia para dar aire al templo. En vísperas de la popular romería que se celebra el 13 de diciembre, la ermita salió de la espesura. Pero ahora los pinos vuelven a cegarla. La luz de Santa Llúcia pierde intensidad en Xàbia.

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