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Inmueble

Un centro investigador abandonado en Carlet tiene 5 laboratorios sin estrenar

El inmueble costó más de tres millones, no tiene ni licencia de actividad y el ayuntamiento prepara un informe con todas las deficiencias - El Consell busca aprovechar el inmueble que ya tiene casi cinco años

Un centro investigador abandonado en Carlet tiene 5 laboratorios sin estrenar

La Conselleria de Agricultura abrió ayer las puertas del centro de investigación hortofrutícola de Carlet, el inmueble que estaba llamado al estudio de nuevas variedades ligadas al campo, y en el que el anterior Consell invirtió más de tres millones de euros, aunque nunca lo inauguró ni lo dotó de la actividad para la que estaba previsto. Eran los tiempos de vacas gordas y el gobierno de Francisco Camps destinó fondos europeos para crear una red de centros investigadores ligados a las cooperativas. Hay otros similares también sin uso en Requena y Almassora.

La nueva directora general de Desarrollo Rural y Política Agraria Común, Maite Cháfer; la alcaldesa de Carlet, Maria Josep Ortega, y varios concejales visitaron ayer la instalación y se reunieron con la veintena de trabajadores, que dependen del comité de agricultura ecológica pero no son funcionarios. Ellos son los únicos inquilinos de la instalación, totalmente infrautilizada ya que ocupan un par de despachos de una veintena disponibles. El centro también cuenta con cinco laboratorios sin estrenar y hasta un salón de actos que nunca ha sido utilizado. Los trabajadores denuncian que nadie mantiene el edificio, muchas de las habitaciones no se han limpiado en años y las deficiencias son numerosas.

Jardines abandonados, sillas que todavía conservan el envoltorio con el que llegaron hace ya unos años, probetas que nadie ha utilizado nunca, desconchados, filtraciones y goteras, cubos para evitar que caiga agua sobre los ordenadores son estampa habitual y correo amontonado de años dirigido a Intercitrus o extintores cuya revisión caducó hace años se suceden por los pasillos.

También hay aires acondicionados tan domotizados que obligan al personal a arroparse con chaquetas porque sitúan la temperatura en 20 grados, justo lo contrario que en verano, cuando el calor se hace insoportable, según cuentan.

Los propios trabajadores han tenido que poner un ventilador en el servidor de la veintena de ordenadores para evitar que se caliente en exceso y pueda averiarse. Los primeros moradores, la fundación Agroalimed, abandonaron las instalaciones al primer año.

La nueva directora general, Maite Cháfer, asegura que el inmueble debería figurar en la ruta del despilfarro de la Comunitat Valenciana. Ella misma se echaba ayer las manos a la cabeza al observar tanto dinero invertido para nada. Asegura que los trabajadores comunicaban a la conselleria los problemas que surgían, pero que en el Consell nadie reaccionaba ni enviaba técnicos para repararlos.

Informe de las deficiencias

El Ayuntamiento de Carlet tiene previsto enviar a sus técnicos para elaborar un informe con las deficiencias que remitirá a la Conselleria de Agricultura para que exija a las empresas constructoras que reparen las filtraciones o las deficiencias estructurales si las hay.

La alcaldesa, Maria Josep Ortega, aseguró ayer que el centro está en situación irregular y que no tiene ni licencia de actividad.

Ortega y Cháfer decidieron ayer que primero se intentará legalizar el edificio y después se estudiará el uso que puede darse. La intención del ayuntamiento y de la consellera es mantener el uso para el que fue construido: la investigación agrícola por lo que considera que es posible que se instalen en el futuro técnicos del Instituto de Investigaciones Agrarias (Ivia) o de las propias cooperativas aprovechando la expansión del caqui en la Ribera. Antes, los laboratorios podrían emplearse para cursos de Formación Profesional.

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