«Nos tenemos que convertir en el Zara de los helados». El director general de Ice Cream Factory Comaker, Guillermo Lamsfus, presentó ayer en persona a los trabajadores en una multitudinaria asamblea la inversión de 25 millones de euros -o incluso más- que la dirección de la compañía realizará en los próximos meses en la ampliación de la factoría de Alzira para, según dijo, situar a la antigua Avidesa «entre los tres fabricantes más importantes de Europa».
Lamsfus detalló que las dos nuevas líneas que se van a instalar permitirán cubrir toda la gama de helados «que cualquier cliente top europeo pueda solicitar» de forma que, según expuso, como en la popular cadena textil, el cliente pueda salir «con todo puesto», es decir, con toda una gama de helados completa. El directivo de Ice Cream detalló que, con las nuevas líneas, la capacidad de producción de la fábrica de Alzira pasará de las más de tres millones de unidades de helado al día a más de 4,5 millones piezas diarias.
Como el domingo adelantó en exclusiva Levante-EMV, la inversión contempla la instalación de la línea de conos más grande de Europa y de una segunda línea para un helado que Lamsfus definió como «tipo pirulo» más sofisticado. La primera tendrá capacidad para producir 55.000 conos a la hora de un tamaño medio -el actual es de 120 mililitros y se apuesta por uno de entre 60 y 70 en base a una filosofía de un «capricho responsable»- mientras que la segunda línea fabricará 18.000 piezas por hora. El director general destacó que se pretende instalar la maquinaria más avanzada, por lo que la inversión inicial de 25 millones se quedará incluso corta y llegó a cifrarla entre 26 y 27 millones, de los que once corresponden a estas nuevas líneas de fabricación que permitirán generar alrededor de setenta empleos.
Guillermo Lamsfus recordó que la crisis golpeó en 2011 «de forma severa» a Ice Cream y a todo el sector del helado en general „detalló que de los once competidores clave que había entonces en Europa sólo quedan cinco tras diferentes procesos de fusiones, adquisiciones o cierres„ y que la empresa optó entonces por diseñar un plan a cinco años que contemplaba inversiones por valor de 25 millones de euros con el objetivo de ofrecer «productos excelentes y competitivos». El director general tuvo palabras de agradecimiento para proveedores, clientes, trabajadores y el propio accionariado de Ice Cream Factory antes de señalar que todo el trabajo realizado «nos permite ser dueños de nuestro futuro».
«Tenemos un futuro prometedor que está por construir», expuso ante la plantilla, antes de anunciar una inversión de más de 25 millones, similar a la realizada en 2003 para transformar la antigua fábrica de Avidesa-Nestlé en una moderna factoría que abrió una nueva línea de negocio centrada en la fabricación de helados con marca del distribuidor. La inversión ha sido continuada desde entonces y, según explicó, el acumulado desde el año 2003 asciende ya a 70 millones de euros a los que se añadirán ahora otros 25 «en nueve meses», llegó a comentar.
