A las 10.20 horas salió ayer la marcha que atravesó Paterna para adentrarse por el paraje natural de la Mola, el lugar donde se pretende construir el centro comercial Puerto Mediterráneo. La comitiva tenía la misión de visibilizar el rechazo del colectivo hacia esta futura construcción.

Durante la marcha, se hizo una parada en el denominado «paredón de España», donde murieron fusilados centenares de valencianos a manos de los franquistas. Allí se hizo un parlamento para rememorar a las víctimas de la dictadura. Posteriormente, la marcha continuó paralela al barranco de l’Endolçà y cerca de la Cova de la Mel, parajes con mucha historia en Paterna.

Alrededor de la urbanización de la Pinaeta, el concejal de Compromiso por Paterna, Carles Martí, explicó de qué manera afectaría el proyecto de Puerto Mediterráneo a barrios como Lloma Llarga, que, en palabras del edil, «acabaría asediada de viales y una balsa de laminación». También se hizo referencia a la «Pinaeta» que quedaría prácticamente dentro del parking del macro centro comercial.

La comitiva contó con la participación de todos los partidos de izquierda de Paterna y movimientos sociales locales, y contó también con la presencia de comerciantes de Paterna, Burjassot y Benimàmet.

Columnas de otros municipios

Cerca del centro deportivo del K-7 la marcha se juntó con las columnas que venían de San Antonio de Benagéber, Burjassot, Godella y Rocafort. En la pinada de la zona «dels pixadors», los participantes hicieron un alto en el camino para almorzar, mientras el representante de Paterna Respira, José Ordoñez, explicó que la autenticidad de los informes que aporta el promotor británico del proyecto «con datos manipulados y conclusiones erróneas» está en entredicho.

La marcha acabó en la cumbre de la Mola, donde los manifestantes pudieron disfrutar de las vistas, puesto que desde este lugar se puede ver la mar, la Calderona, Calicanto y la sierra de Corbella.