Una madre de Llíria sentó ayer a su hijo en una mesa de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte para reivindicar que no se interrumpa la escolarización domiciliaria. Carmen Calvo, la progenitora, denunció ayer a Levante-EMV que su hijo Richard Quesada, un chico de 18 año con síndrome de down y unas dolencias respiratorias y cardiacas que aconsejan que reciba atención educativa en casa, está desde ayer y hasta el 30 de noviembre sin profesora porque goza de un permiso de matrimonio. El joven recibía hasta ahora 15 horas semanales.
La madre relató que, hasta la fecha, «en la conselleria nadie me ha dado solución a este problema. Sabían que la profesora estará más de 15 días sin venir a casa por el permiso de matrimonio, pero no se le ha buscado un sustituto». Carmen afirma que «la escolarización de Richard es diferente a la de los chicos que van al colegio, porque si su profesor está de baja se le sustituye o se agrupa a los chicos en otra clase». Calvo aseguró que seguirá luchando «como lo llevo haciendo desde hace 14 años para lograr que se haga justicia con mi hijo».
Calvo presentó ayer un escrito en la conselleria para que «en cumplimiento de lo ordenado por la Fiscalía Provincial de Valencia, la normativa de aplicación y las recomendaciones del SPE de zona, se dote al chico «del recurso educativo consistente en escolarización domiciliaria (vinculada al CEE Virgen de la Esperanza), durante el resto del curso escolar 2.015-2.016 y, asimismo, en los sucesivos (2.016-2.017 y 2.017-2.018) hasta la finalización de su proceso formativo (21 años), con la carga lectiva determinada como idónea por el SPE (Compensación/Pedagogía Terapéutica 4h/día y Audición y Lenguaje 2h/semana ), en atención a su condición acreditada de enfermo crónico, procediéndose a proveer de inmediato la sustitución de la docente asignada», que ahora disfruta del permiso por matrimonio hasta el próximo.
