Al gobierno de Cullera no le gusta cómo está diseñado actualmente el PAI de la Bega-Port, el conocido como Manhattan, donde se proyecta la construcción de treinta y tres torres de veinticinco alturas y dos hoteles de cuarenta pisos. Por eso, el nuevo ejecutivo que dirige Jordi Mayor va a intentar cambiar este proyecto para que, tras diversos años paralizado, su construcción sea más «viable y sostenible», dijo ayer el alcalde.
No obstante, Mayor no quiso especificar si se producirá una reducción en el número de alturas de los rascacielos que hay previstos. La intención es que este cambio cuente con el consenso de los propietarios de los terrenos y los diferentes partidos políticos. Mayor explicó que recientemente se ha reunido con los propietarios y algunos de estos le trasladaron su malestar porque los costes de urbanización, que superan los noventa millones, son demasiado elevados. De hecho, los propietarios ya criticaron este aspecto cuando hace unos años presentaron alegaciones a la aprobación de este PAI.
Así, el gobierno local les ha dicho a los propietarios que presenten una propuesta alternativa y, después, ya se decidirá qué camino tomar. Aunque será un camino a largo plazo. Mayor considera que se debe pensar detenidamente «porque de esta decisión depende el futuro de Cullera», dijo. El alcalde también aclaró que, como la reparcelación aún no se ha aprobado, el proyecto se puede modificar.
Mientras se intenta reactivar el Manhattan, la Empresa Municipal Urbanizadora de Cullera SA (Emucsa) seguirá siendo el agente urbanizador. El ayuntamiento ha aprobado recientemente la disolución de esta empresa pública al acumular diversos años de déficit pero, según quisieron matizar ayer fuentes municipales, este proceso tardará en completarse diversos años y, mientras, el urbanizador del proyecto seguirá siendo Emucsa y, por tanto, la gestión de la urbanización no ha pasado a manos del ayuntamiento.
Diferencias en el proyecto
De esta forma, si finalmente dentro de unos años se liquida definitivamente esta empresa pública, el consistorio deberá tomar un acuerdo y decidir quién pasa a ser el urbanizador. No obstante, desde el consistorio reconocieron que a nivel práctico hay pocas diferencias entre que el proyecto lo gestione Emucsa o el propio ayuntamiento, ya que Emucsa es una sociedad mercantil de carácter público, cuyo capital social está íntegramente suscrito por el Ayuntamiento de Cullera y su junta general está formada por todo el pleno municipal.
