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En pleno centro de Alfafar

Un futuro para l'Alqueria del Pi

La edificación, abandonada durante años y cerrada ahora por los hundimientos, será apuntalada para su posterior restauración

Un futuro para l'Alqueria del Pi

L'Alqueria del Pi de Alfafar, una edificación del siglo XVI declarada Bien de Relevancia Local y que, pese a ello, se encuentra en estado de ruina absoluta, es la única construcción agraria de estas características que aún pervive en el casco urbano de una localidad de l'Horta Sud. El inmueble, menospreciado e infravalorado durante años a pesar del enorme valor histórico y sentimental que acumulan sus paredes, ha servido de almacén municipal e incluso de cobertizo de jardinería hasta que su degradación lo ha llevado a tal punto que hace imposible seguir utilizándolo sin poner en riesgo la integridad de las personas.

De hecho, desde hace al menos tres años permanece cerrado a cal y canto, lo que ha agravado aún más la situación y ha provocado incluso hundimientos en la cubierta. Tan pésimo es su estado que el gobierno local ha aprobado ejecutar medidas cautelares y de consolidación que eviten que l'Alqueria del Pi se venga abajo definitivamente. El proyecto consistirá en el apuntalamiento de la nave central y el cobertizo para que, al menos, su deterioro «no vaya a más», explica Juan Carlos Navarro, jefe técnico del área de Urbanismo en el Ayuntamiento de Alfafar.

L'Alqueria del Pi, también conocida como «de Sabatos» porque sus propietarios «eran ricos y de los pocos que tenían zapatos en el pueblo», detalla Vicente Baixauli, miembro de l'Associació d'Estudis d'Alfafar y gran conocedor del inmueble, data del siglo XVI, aunque algunas fuentes la sitúan en el XVII. En el momento de su construcción gozaba de una ubicación privilegiada al estar enclavada en «un importantísimo cruce de caminos: la Vía Augusta o antiguo Camino de Xàtiva por un lado, y la vía que enlazaba el marjal con Paiporta atravesando todos los municipios cercanos».

Junto a ella se encuentra la Acequia del Braç d'Alfafar, algo que probablemente también fue determinante a la hora de seleccionar la ubicación, puesto que la canalización acercaba el agua a los cultivos de l'alqueria «en función de los turnos de riego de la cercana Acequia de Favara», lo que la convertía en «un centro neurálgico de comunicación y riqueza».

La edificación está conformada por tres cuerpos: la gran navada central, que probablemente se empleaba como «cámara, secadero de tabaco, cría del gusano de seda y establo», además de contar con «un abrevadero y un patio» propios; junto a ella se encuentra el cobertizo y, enfrente, «la casa de los señores». Esta última zona es la que más tiempo ha estado en funcionamiento. De hecho, la concejala de Urbanismo, Encarna Muñoz, recuerda cómo, a principios de los 70 y siendo aún una niña, acudía en verano «a jugar a la vivienda», que todavía estaba «bastante bien conservada».

Elementos singulares

Una de las características más notables de l'Alqueria del Pi son sus muros de tapial valenciano, típicos de los siglos XVII y XVIII y levantados con una amalgama compactada de tierra, ladrillos cocidos y lechadas de cal. También exhibe tres almenas decorativas que en origen podrían haber sido más y, hasta hace relativamente poco (se cayó en los años 60), tenía una garita en una de las esquinas de la casa señorial. Aún se desconoce si ese elemento «tenía carácter defensivo» —«fortificación contra el bandolerismo» imperante del siglo XVI al XVIII— «o meramente ornamental», detalla Navarro, quien en breve descubrirá todos los secretos de la construcción gracias a las catas arqueológicas que se realizarán tras el apuntalamiento.

Se trata de «averiguar qué partes merecen ser conservadas y cuáles podrían obviarse porque carecen de valor». Una vez determinado esto, la intención municipal es, en un futuro no muy lejano, acometer un gran proyecto de rehabilitación que reconvierta la construcción «en un espacio público, vivo y con uso». Para ello, el alcalde, el popular Juan Ramón Adsuara, tiene previsto acudir en apenas unos días a la Unión Europea en busca de fondos con que sufragar la restauración.

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