El cambio de normativa en los alquileres considerados históricos no solamente ha afectado a empresarios y arrendatarios de locales comerciales, sino que también ha tenido sus consecuencias en el plano cultural. Tal es el caso de la Societat Musical i Recreativa Lira i Casino de Carcaixent, que ha sido desahuciada de su sede histórica.
Desde el 31 de diciembre, la sociedad musical ya no dispone de llave para entrar a la que ha sido, desde 1942, su sede principal. Con la entrada en vigor de la ley que permite a los propietarios de locales de renta antigua renovar o no el contrato de alquiler, quedó sobre la mesa la posibilidad de que el dueño del inmueble dejara de arrendarlo. Y así ha sido. «En primer lugar nos informaron verbalmente de que no querían renovar y, a continuación, recibimos un burofax en el que se nos comunicaba oficialmente su voluntad y se nos preguntaba formalmente cuándo íbamos a dejar las instalaciones», explica Salvador Calatayud, presidente de la Lira de Carcaixent.
«Los propietarios del edificio no han querido ni hablar de un alquiler razonable ni tampoco de la venta», apunta. Así que la sociedad se ha ido, literalmente, con la música a otra parte.
