El Ayuntamiento de Sagunt debe destinar cerca de 100.000 euros más para acabar las obras del futuro Museo Industrial del Port e impedir que el edificio sufra filtraciones de agua cuando llueve. Y ello, por más que el consistorio lleva ya invertido casi un millón de euros en la puesta en valor y en la preservación del patrimonio industrial, a pesar de que la propiedad municipal se limita a la antigua Gerencia de AHM, desde hace relativamente poco, pues fue en 2015 cuando llegó a un acuerdo para su adquisición con ArcelorMittal.
Las nuevas inyecciones municipales sirven, por una parte, para costear el 50 % de las obras necesarias para acabar el museo industrial, un contrato de algo más de 70.000 euros que se adjudicó en febrero del año pasado y que venía a resolver las deficiencias que presentaba el edificio, especialmente en el suelo, tras la intervención aprobada en 2009.
Esa obra, que supuso el mayor gasto con casi 1,5 millones de euros, fue financiada desde la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo de la Generalitat mediante el Plan Especial de Apoyo a la Inversión Productiva (PIP), el conocido como Plan Camps. Sin embargo, la entrada en concurso de acreedores de la constructora dejó la obra a medias y obligó al consistorio a sacar a concurso la finalización de la actuación, de la que fue adjudicataria Logistic Morvedre.
Esta intervención, que se presumía definitiva, se inició a principios del verano, pero los retrasos en los pagos desde la Generalitat la frenaron y obligaron al ayuntamiento a ofrecer los cerca de 35.000 euros de la garantía del anterior contrato para reanudar las obras, algo que todavía está pendiente, según reconoce el concejal de Patrimonio, Pablo Abelleira.
Pero ahí no se acabará la aportación municipal a este Museo Industrial, ya que el tripartito, según apunta el edil de ADN Morvedre, ha reservado en el presupuesto de este año una partida para construir un colector de aguas pluviales, que evite las filtraciones de agua en el edificio cuando llueve.
