El comisionado de la Conselleria de Sanidad Universal en el Hospital de la Ribera, José Sanfeliu, explicó ayer que tiene la misión de preparar la reversión del departamento de salud de la Ribera a la red pública cuando el 31 de marzo de 2018 venza la actual concesión y señaló que corresponde ahora a la Administración autonómica decidir qué modelo aplica ya que, según dijo, la presencia de trabajadores estatutarios de la conselleria y de la UTE Ribera Salud impide recurrir al sistema de gestión que se utiliza en la Fe, el Arnau de Vilanova o el Clínico. «En dos años, si no pasa nada, vendrá la reversión y yo tengo que preparar al departamento tanto desde el punto de vista de personal como de sistemas de información para que la transición al 2018 y la reversión sea lo más tranquila posible, que no se note nada y que al abrir la puerta el 1 de abril estén los mismos médicos, la misma atención y la misma o mejor calidad asistencial», comentó.

José Sanfeliu recordó que el pliego de condiciones de la concesión contempla que, del mismo modo que la UTE adjudicataria se comprometía a asumir al personal de la conselleria, ésta tiene la obligación de asumir a «todo» el personal de la UTE cuando se produzca la reversión -en números redondos habló de que hay 350 trabajadores de la conselleria y unos 1.650 de la UTE en todo el departamento- y lanzó un mensaje de tranquilidad a la plantilla. «No pasará nada, tiene que ser un proceso de transición tranquilo y se buscará un modelo lo menos agresivo posible para el personal y para la sanidad del departamento. ¿Eso significa que los vamos a hacer a todos funcionarios? No. ¿Se sabe el modelo? No. Hay muchas fórmulas, puede ser un consorcio, una fundación, una empresa pública€ lo está estudiando la conselleria, que es la que decidirá el modelo, y cuando me lo diga yo me pondré las pilas y empezaré a hacer la reversión progresivamente: sistema de información, telefonía, comunicación, personal€», detalló.

Sanfeliu realizó estas declaraciones tras la reunión que en la mañana de ayer mantuvo con el alcalde de Alzira, Diego Gómez, en la ronda por todos los municipios del departamento que inició tras su toma de posesión el pasado mes de noviembre. Se trata de la primera vez que el comisionado del hospital se pronuncia públicamente, si bien declinó hacerlo sobre aspectos como la rentabilidad o ahorro para la Administración del denominado «Modelo Alzira» -que aplica la gestión privada en un hospital público- que estrenó el PP en Alzira y que el actual gobierno de la Generalitat cuestiona, o sobre el nombre del futuro gerente tras la jubilación de Manuel Marín, un cargo que, recordó, es el único que tiene que estar consensuado por la conselleria y la UTE.