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Plaga

Alzira se queda sin su "palmeral"

La plaga del picudo rojo suma ya un millar de árboles talados en la capital de la Ribera La ciudad pierde casi el 40 % de sus ejemplares

Alzira se queda sin su "palmeral"

El picudo rojo ha alterado el paisaje de Alzira „aunque no sólo en la capita de la Ribera„ al causar estragos en la otrora abundante población de palmeras que daban la bienvenida a la ciudad. El inventario de árboles urbanos elaborado por el ayuntamiento aún contabiliza en estos momentos 1.629 palmeras de catorce especies diferentes aunque, antes de que se extendiera la plaga de picudo, eran muchas más. El técnico municipal de Medio Ambiente, Llorens Pérez, cifró en torno a mil las palmeras que han desaparecido por la acción del picudo rojo si se tiene en cuenta tanto las palmeras de la trama urbana como las repartidas por el término municipal.

Esta plaga se ha cebado en la palmera canaria (Phoenix canariensis), que ha dejado de ser la especie mayoritaria en Alzira tras la sangría de ejemplares sufrida, y en mucha menor medida en la conocida como datilera (Phoenix dactylifera), que mantiene en la actualidad con 566 ejemplares la mayor población. «El picudo es selectivo», explicó el técnico municipal, mientras incidía en que la plaga ha mostrado una preferencia clara por la palmera canaria y señaló que una población de unos 600 ejemplares en el casco urbano ha quedado reducida a 183, el 11,2 % de todas las palmeras contabilizadas, lo que representa que en el plazo de ocho o diez años se han perdido 420 ejemplares sólo en el entorno urbano.

Una cantidad similar o incluso superior de palmeras canarias taladas se localizan repartidas por el término municipal mientras que varias decenas de datileras elevarían hasta cerca de un millar la población afectada por la plaga.

Los efectos del picudo han sido especialmente visibles en los accesos a Alzira por la CV-50 donde, tras la tala progresiva de palmeras, el ayuntamiento ya ha realizado una repoblación con naranjos. Con todo, el consistorio mantiene los tratamientos para intentar salvar la población de palmeras ya que el picudo continúa activo. El técnico explicó que el picudo es capaz de recorrer grandes distancias atraído por el olor a palma cortada y que las palmeras ubicadas en el interior del casco urbano están más protegidas que las ubicadas en espacios abiertos ya que las fincas realizan un efecto barrera. «Se deberían efectuar tratamientos coordinados por la conselleria, es algo que se echa en falta», comentó el técnico municipal.

Cabe señalar que el inventario del arbolado urbano de Alzira presentado por el alcalde, Diego Gómez, y el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, al anunciar los actos organizados a lo largo de todo el mes para concienciar a la población de la importancia de los árboles, contabiliza un total de 1.629 palmeras urbanas, de las que una tercera parte (566) son palmeras datileras, otro tercio (553) corresponde a la especie Washingtonia robusta, un 33,9 % del total, mientras que la palmera canaria tan solo representa en estos momentos el 11,2 % con 183 unidades.

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