Acció Ecologista-Agró, la Societat Valenciana d'Ornitologia y vecinos del municipio de Serra han denunciado el «grave impacto medioambiental» que está provocando la tala de árboles para crear una faja auxiliar antiincendios en la pista forestal que conecta la Font de l'Ombria y el Castillo de Serra, en pleno corazón del Parc Natural de la Serra Calderona. Ante ello, han pedido al ayuntamiento de la localidad y la Conselleria de Medio Ambiente la paralización de los trabajos para evitar mayores daños en este paraje natural.

Los ecologistas explicaron que el paisaje que está quedando a raíz del paso de las máquinas es «desolador, como si hubiera pasado un ciclón», revela José Vicente Casañs, portavoz de la Comisión Forestal de Acció Ecologista-Agró.

Estos trabajos comenzaron hace alrededor de dos semanas con el objetivo de crear un cortafuegos en dicha área. Sin embargo, desde la organziación ecologista critican que esa sea la solución más adecuada. «Si quitamos la vegetación seguro que no se puede quemar nada», asume Casañs, que señaló que en esas zonas taladas, «ahora crecerán hierbas primaverales, que quedan secas en verano, y acabarán siendo más propensas a los incendios». «Consideramos que esta medida es totalmente inapropiada», concluye el portavoz de AE-Agró.

Asimismo, desde la organización insisten en que «la mayoría de pinos, después de ser talados, han sido arrastrados a través de pendientes superiores al 30 % de desnivel por cuatro enormes máquinas, que se pasean por el interior de esta zona forestal pisando y destrozando toda la vegetación que encuentran a su paso, como algarrobos, palmitos, lentiscos, olivos o encinas». De hecho, aseguran que esta deforestación «ha afectado incluso al nacimiento del agua de la Font de l'Ombria, donde han desaparecido diversos árboles, transformando un paraje de sombra, fresco y lleno de vida en una especie de solar descarnado y alterado».

Además de estos daños, los ecologistas inciden en que se han destrozado también antiguos bancales de cultivo de la zona, muros de piedra, señales y mobiliario, y se ha dejado desprotegido el suelo ante la erosión. «Esto supone un grave peligro ante las lluvias torrenciales, que podrán arrollar toneladas de suelo fértil», advierte Casañs.

Peligro para las aves

Estos trabajos forestales también podrían repercutir directamente en la vida de algunas aves del parque natural, como son el águila perdicera o el azor común, especies protegidas que habitan y se crían en la Calderona y que precisamente se encuentran ahora en su período de reproducción, según explican desde la Societat Valenciana d'Ornitologia.

«Donde había un sendero con mucho encanto, ahora nos encontramos un paraje desolado», resume Casañs.