El uso de un georradar ha permitido determinar la posible causa de las humedades que sufre la iglesia de la Asunción, un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) ubicado en Llíria, que recientemente fue objeto de una profunda restauración en la fachada del templo. Un grupo interdisciplinar de especialistas de los departamentos de Arquitectura y Caminos de la Universitat Politècnica de València (UPV) desarrollan una investigación sobre la estructura de la parroquia de la Asunción de Llíria. Precisamente, ayer realizaron un análisis con georadar para determinar las causas de las humedades que presenta el edificio histórico-religioso, que parecen deberse a la posible existencia de criptas subterráneas que retengan el agua, lo que afectaría a la estructura constructiva de la iglesia. El alcalde Manolo Civera visitó estos trabajos para conocer de primera mano el proceso de este estudio en el monumento.

La investigación contribuirá a conocer mejor el estado de esta joya del patrimonio de Llíria construida en el siglo XVII y la previsión de futuras actuaciones de rehabilitación de la iglesia, al mismo tiempo que servirá para profundizar todavía más en la tesis doctoral Sistemas de análisis mediante la aplicación de nuevas herramientas al estudio morfológico constructivo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción realizada por Mª Eugenia Torner.

Hay que recordar también que la reciente restauración de la fachada-retablo de este monumento situado en la plaza mayor de Llíria ha sido objeto de estudio en el Máster Universitario en Conservación del Patrimonio Arquitectónico que organiza la UPV. Tal como informó Levante-EMV, Conselleria de Cultura finalizó hace pocos días la última fase del proyecto de restauración del frontal del inmueble. Esta intervención final ha sido ejecutada por la dirección general de Cultura de la Generalitat a través de CulturArts IVC+R. Los técnicos especialistas del Instituto de Valenciano de Conservación y Restauración trabajaron en los últimos meses en la limpieza y consolidación de las esculturas presentes en la portada del templo barroco, obra del prestigioso escultor Raimundo Capuz. El proyecto requirió, entre las dos fases, una inversión de alrededor de 180.000 euros. La iglesia de la Asunción fue construida entre los años 1627 y 1676, aunque el impresionante conjunto escultórico de su fachada fue realizado entre 1700 y 1704. Los planos son obra del jesuita Pablo Albiniano de Rajas. Los maestros de obra fueron Martín de Orinda y Tomás Leonard Esteve, y posteriormente se incorporó Pedro de Ambuesa. El templo de estilo barroco constituye uno de los mejores ejemplos arquitectónicos de la contrarreforma católica valenciana. De esta manera, la intervención ha servido para recuperar una de las fachadas retablo más importantes de la Comunitat Valenciana, junto con la de la iglesia de la Santa Cruz y San Miguel de los Reyes de Valencia.