Todos los grupos municipales de Llíria „PSOE, PP, Compromís, Ciudadanos y Llíria Puede„ dieron la bienvenida el jueves a Power Electronics a la capital del Camp de Turia. Lo hicieron aprobando una resolución conjunta en pleno, que el secretario de la corporación enviará al inversor en forma de certificación, en la que muestran su apoyo unánime a la inversión de 572.000 euros para reponer los transformadores destrozados y robados en el polígono de Carrasses.

Esta inversión fue aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales con una partida a cargo del superávit de 2,5 millones de euros que ha heredado el actual alcalde Manolo Civera (PSOE) del equipo de gobierno anterior (PP), que lideraba Manolo Izquierdo.

Con esta reposición de los componentes eléctricos, Iberdrola podrá suministrar la luz necesaria a Power Electronics, con relativa rapidez, para que la multinacional valenciana se instale cuanto antes en Llíria en la parcela de 100.000 m2 que ha adquirido en el polígono edetano de 1,2 millones de metros cuadrados. Power Electronics proyecta crear unos 600 empleos y una inversión de 20 millones en su nueva planta, a lo largo de varias fases.

Un pleno al rojo vivo

Por otro lado, el pleno del jueves volvió a ejemplificar que el alcalde del PSOE gobierna pero PP y Compromís son los partidos que le marcan la dirección política. Los socialistas plantearon su propuesta de inversiones prioritarias, que se deben realizar a cuenta de ese excendente de tesorería de 2015. El PP y el Compromís, por separado, presentaron las suyas propias. Con una coincidencia total, hasta el último céntimo, asignado por partidas.

El resultado fue que los populares (Reme Mazzolari) y Compromís (Paco García) impusieron sus 11 votos „como partidos mayoritarios de la oposición„ en la corporación, y por tanto, su lista de inversiones al PSOE. Los socialistas sólo encontraron un aliado en el concejal de Llíria Puede, Juan Carlos López, que votó a favor de su propuesta. Ciudadanos „Juan José Alcayde„ se abstuvo. Dicho de otra manera, el alcalde socialista Manolo Civera „que gobierna con un presupuesto que ya le enmendó el PP con la aquiescencia de Compromís„ ahora tendrá también que renunciar a algunos proyectos como la Oficina Verde, mejorar la programación cultural, potenciar los festejos taurinos o encargar el proyecto técnico para actuar en las Termas Romanas por la imposición de la mayoría absoluta de PP y Compromís. Y deberá acometer, entre otras obras, los nuevos accesos a las urbanizaciones de la zona de Sant Vicent, la primera fase del retén de la policía y una actuacuación en la Vila Vella; al tiempo que destinar más dinero al plan de empleo local.

PP y Compromís, al unísono

Las acusaciones y las descalificaciones han convertido a PP y Compromís en socios de facto; frente a los socialistas. Los dos partidos de la oposición „por boca de Reme Mazzolari y Paco García„ acusan a Manolo Civera de «vender humo», de «falta de diálogo y de transparencia», y de haber «paralizado» la gestión municipal tras un año de gobierno en minoría. García le exigió al alcalde: «Diálogo, consenso y participación». Mazzolari le espetó: «Negocie y no imponga señor alcalde porque sino, le pasa que trae al pleno ocurrencias que ve que va a perder en el debate, y le toca quitar el punto del orden del día», enfatizó. Civera, por su parte, acusó a la oposición de «decir una cosa y al otro día la otra», de «mentir y engañar a los vecinos» y de «poner obstáculos al equipo de gobierno socialista» en todas las cuestiones y desde hace meses.

El debate y los desencuentros entre Civera y Ferran Pina „portavoz socialista„; y Mazzolari (PP) y Paco García (Compromís), es cada vez más agrio, y no hace sino acercar cada vez más a populares y nacionalistas. Lo más curioso es que en la práctica, y en cierta manera, ya están gobernando desde el pleno. ¿Habrá moción de censura como se rumorea en el pueblo?.