­El abrazo de la Vall de Segó al Himalaya se hace más firme tras un año de diálogo y reconocimiento mutuo. Tanto es así que, tras la primera expedición y el establecimiento de los contactos iniciales, el equipo de Abraça Nepal ha acudido una vez más a su cita con las montañas más míticas y no lo ha hecho con las manos vacías. Y es que la implicación de la subcomarca de El Camp de Morvedre y otras zonas de España se ha intensificado de la mano de este equipo de amantes del montañismo que pretende, ante todo, aproximar realidades y compartir.

Carlos Carrascosa, que este año ha viajado al país asiático, se ha acercado a los diversos proyectos de Abraça Nepal, que parten de la idea del abrazo como nexo de unión, ya que no se trata de financiar o aportar capital a la zona, sino de caminar junto a la población nepalí, que, por su parte, y que ama, conoce y vive la montaña. Este proyecto surgió no sólo para conocer de primera mano la grandilocuencia única del Himalaya, sino y sobretodo para convertirse en altavoz del valor de superación y necesidad del otro que requiere la escalada. «Tomar como línea de acción la necesidad de compartir y superar juntos obstáculos es clave en nuestra labor», apuntan los impulsores.

Tanto es así que durante todo un año, este colectivo ha trabajado intensamente en colegios públicos e institutos de varias comarcas, además de promover unas jornadas de montañismo con la intención última de fijar este compromiso de acción cooperante en Nepal.

En su última expedición, Carrascosa entregó todo el material y recursos obtenidos en les Valls para diversos proyectos. Uno de los fundamentales se desarrolla en el DWC Nepal, centro que acoge niños y jóvenes con discapacidades psíquicas. El montañero entregó allí numerosas cartas y mensajes de los niños de la Vall de Segó.

En este mismo centro y de la mano de Flowers from Nepal, los colegios Santa Anna de Quartell y Sant Vicent Ferrer de Faura han colaborado para que el DWC Nepal cuente con una profesora más durante el próximo curso.

La relación forjada entre la montaña y su gente es evidente con el proyecto de Sonam, un sherpa con el que colabora Abraça Nepal con el objetivo de ofrecer posibilidades a los jóvenes nepalíes para que estudien. «He visitado algunos de los nanos que participan del proyecto y es algo vivo, dinámico con la fuerza que otorga dar la posibilidad a alguien de acceder a la educación», añade Carrascosa.

Garantizar la educación

«Garantizar la educación a los niños nepalíes, así como caminar de la mano de quienes han sido abandonados, como los jóvenes con algún tipo de discapacidad, ayuda al ascenso. Mirar a los ojos de esta gente es tener la certeza en el ascenso», afirman desde Abraça Nepal. La necesidad en este país asiático es diversa, de ahí que el colectivo vaya de la pasión por la montaña a la implicación con sus gentes. Las consecuencias del terremoto sufrido en abril del pasado año siguen constatándose en Nepal, de ahí que, con el proyecto Healing Haku, los montañeros de la Vall de Segó podrán conocer y actuar frente a esta situación.

Tras diversas semanas en el Himalaya, Carlos Carrascosa y Abraça Nepal siguen dispuestos a mantenerse en ascenso. «Pasión, impulso, descubrimiento y acción. Esta sería la secuencia de quienes descubrimos una cultura y una realidad diferentes con la que podemos aprender, dialogar y colaborar. Tan solo queremos vivir junto a ellos y aprender», apuntan.

Con el objetivo de alzar la voz de Nepal en les Valls, el equipo de montañeros organizó la semana pasada una exposición en la sede de Faura Solidaria. La muestra aunaba la labor desarrollada por Abraça Nepal y las imágenes del último proyecto del experimentado fotógrafo Daniel Torán. Tras su última experiencia, el autor escribió Subir hacia abajo, un relato de la experiencia del ascenso en contraste enriquecedor con la realidad nepalí. Como una escalada a contracorriente, Torán aborda la necesidad del ascenso como clave para obtener una mirada plural y rica respecto de la propia existencia.