Lo que parecía un simple «cerrado por vacaciones» realmente ha sido el fin de un gimnasio de l’Eliana, que ha dejado sin servicio a más de 50 clientes con sus abonos pagados.

El pasado viernes 5 de agosto, el centro deportivo Galactica Valencia cerraba sus puertas. Y, según parece, no las volverá a abrir. En principio, los usuarios pensaban que el propietario se marchaba de vacaciones del 8 al 28 de agosto, pero poco después él mismo anunciaba en Facebook el cierre definitivo del negocio. Alegaba que le habían llegado una serie de reclamaciones económicas de «una cifra altísima» por parte de la Agencia Tributaria que le obligaban a poner fin a su proyecto.

Pese a ello, los clientes aseguran que el dueño siguió cobrando abonos hasta los últimos días de vida del gimnasio, «cuando él ya sabía que iba a cerrar». Por eso ya han comenzado a denunciar de forma individual ante la Guardia Civil tal situación y preparan una demanda conjunta.

Según relatan los denunciantes, algunos ya habían pagado bonos anuales o semestrales, por los que habían desembolsado entre 200 y 300 euros. E incluso alguno de estos pagos se habría hecho el mismo 4 de agosto... solo un día antes de que el establecimiento cerrara definitivamente. Pero los usuarios no son los únicos afectados por el cierre de Galactica. Al parecer, el centro deportivo también adeuda alrededor de 900 euros a cuatro de los monitores que trabajaban en él.

«Quiero devolver el dinero»

El propietario del establecimiento, de origen italiano, alegó ayer a Levante-EMV que abrió el local junto a otro socio de su mismo país en septiembre de 2014, pero que hace 13 meses éste se volvió a tierras transalpinas y le dejó una deuda que él desconocía con la Seguridad Social y Hacienda, a la que ahora tiene que hacer frente.

Asimismo, aseguró que a finales de febrero dejó de hacer abonos anuales, ya que era consciente de la situación económica de la empresa, aunque sí que reconoció que hizo ciertas renovaciones hasta última hora porque pensaba que iba a poder traspasar el negocio.

No obstante, insistió en que su intención es devolver ese dinero a los clientes, pero que actualmente no dispone de él. Para ello habría puesto a la venta las máquinas del centro.

A su vez, añadió que ha intentado concretar una reunión con los usuarios y que propuso a uno de ellos que le pasaran los recibos y encontraría una manera de pagarles de forma mensual, algo que los denunciantes a los que ha accedido este periódico negaron que haya ocurrido.