Las críticas del Círculo por la Defensa del Patrimonio Cultural Valenciano arrancan a finales de 2013, cuando todavía gobernaba en Xàtiva el PP y una serie de circunstancias llevaron a pensar que la salvaguarda del castillo no ofrecía las garantías exigibles. Parte de la muralla almohade (siglos XI y XII) presentaba un estado de deterioro alarmante, «con riesgo de derrumbe». Incluso se detectaron algunos pequeños desprendimientos. También denunciaron la proliferación de elementos invasivos como casetas de la luz, tuberías de suministro de agua a la vista o una antena. A finales de ese año, en las murallas exteriores del recinto principal (todo el perímetro de la Costa del Castell es también BIC, Bien de Interés Cultural) se detectaron numerosas pintadas y restos de actividades poco respetuosas con el entorno: latas de refresco, envoltorios de pizza, colillas... y hasta un colchón.
Más de un año después del relevo en el gobierno municipal de Xàtiva, ahora gobernado por el PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida, tanto el Círculo como la asociación local Iniciativa Cívica por el Centro Histórico, consideran que tanto en el castillo como en el resto del núcleo histórico «no ha habido un cambio de rumbo significativo» en la gestión del patrimonio. Y muchas de las deficiencias detectadas en sus anteriores análisis de la situación del castillo aseguran que hoy día «aún persisten». Iniciativa Cívica pide a la administración local una actuación «más decidida».
