El último accidente mortal de un joven de veinte años que perdió la vida tras caer a una de las acequias del término municipal de Sueca ha vuelto a causar gran consternación entre el vecindario de la localidad de la Ribera Baixa y provocar una ola de protestas ciudadanas que claman por la falta de seguridad en los caminos rurales. En los últimos años han sido constantes los accidentes mortales de vecinos que transitan por los viales acondicionados para los agricultores y se ven enclaustrados en una trampa sin salida tras caer a las acequias que, normalmente sirven para regar la extensa plantación de arroz de la zona baja del río Xúquer. Desde abril han muerto cuatro vecinos.

El último fallecimiento fue la pasada semana, cuando un joven de veinte años, cuyo coche colisionó contra un muro lateral, tras dar dos vueltas de campana cayó a una de las acequias suecanas. La rápida actuación de vecinos que estaban por la zona o de los bomberos de Cullera que se personaron rápidamente en el lugar de los hechos no pudo hacer nada para salvar su vida. Numerosos vecinos protestaron al día siguiente a través de las redes sociales, el portal digital que se ha convertido en el lugar de encuentro vecinal, en las nuevas plazas públicas en las que se opina, protesta o manifiesta la ciudadanía.

«¿Cuánta gente trabajadora y honrada tiene que morir en esa carretera para que algún político exija que se establezca un quitamiedos? ¿Cuánta?», denunció un vecino al día siguiente del siniestro. «Hace falta más inversión en las carreteras y controles», reclamó otro. Las denuncias se contabilizaron por decenas.

En abril la muerte de un ciclista tras caer y golpearse en una acequia de cemento en el término de Sueca puso de nuevo sobre la mesa la conveniencia de habilitar sistemas de seguridad en este tipo de viales. El accidente se produjo en la carretera rural que discurre entre arrozales y une la capital de la Ribera Baixa con el Mareny de Vilches. El citado camino dispone de doble carril y fue remozado en diversas ocasiones por ser una ruta alternativa para desplazarse hasta la playa y una importante vía de servicio para las parcelas agrícolas de esta zona del Parque Natural de l'Albufera. «Es cierto que la vía donde se produjo el accidente es un punto delicado por la velocidad que toman los vehículos dada su amplitud», aseguró por entonces Mila Meseguer, portavoz de la Associació Muntanyeta dels Sants, entidad que periódicamente organiza excursiones en bicicleta por el entorno del parque natural. «Creemos que se deberían estudiar medidas para mejorar su seguridad, como reducir la velocidad máxima permitida o algún otro sistema de protección que fuera compatible con el medio ambiente en esa zona en concreto», expresó Meseguer.

En mayo también murió otro vecino en similares circunstancias en el término de Riola, mientras uno de los casos que más impactó a la población fue un mes después cuando el concejal de Hacienda, Igualdad y Deportes de Favara, Emili Lledó, falleció en un accidente de tráfico cuando circulaba con su vehículo por la larga recta de la CV-509 que comunica Sueca y Corbera. El turismo de Lledó, un Volkswagen Touareg, se salió de la vía con tan mala fortuna que impactó con el muro de una acequia y acabó volcando en el interior de la misma, que se encontraba llena de agua.

Agentes de la Policía Local y vecinos de Cullera rescataron en septiembre a una joven que estaba atrapada en su vehículo, a punto de precipitarse a una acequia de gran capacidad de la localidad tras un accidente. En las últimas décadas los accidentes mortales mortales en acequias se contabilizan por decenas en la Ribera Baixa.