El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha aprobado la anulación de un convenio con la mercantil Círculo Paraláctico S.L. a cambio de un pago de 70.000 euros y la condonación de una deuda de 102.000 para que no reabra una discoteca en la Bassa de Reva.

Desde el año 2005, esta mercantil firmó un convenio con el entonces gobierno del PP para disfrutar del uso terciario de este emplazamiento durante 25 años. Allí ubicó una discoteca que tuvo como nombres Baobab y Oasis, en la que se produjeron distintos altercados y situaciones violentas. Entre los sucesos más destacados hubo un muerto tras ser atropellado en las inmediaciones del parking de la instalación en 2011 y el apuñalamiento dos jóvenes en 2012. «Además, hubo numerosas incautaciones de droga y la gente que iba allí provocaba muchos problemas para los vecinos», asegura el alcalde, Robert Raga.

Al entrar en el gobierno en 2015, el tripartito formado por PSPV, Compromís y EU decidió retirar la licencia a la discoteca. La respuesta de la compañía fue presentar un contencioso-administrativo. Sin embargo, no ha hecho falta llegar a una sentencia judicial ya que ha habido un acuerdo entre ambas entidades por el que el consistorio pagará 70.000 euros y condonará 102.000 que adeudaba la empresa por el alquiler a cambio de anular el convenio.

El ayuntamiento entiende que ese pago es menor del que supondría para las arcas municipales la reapertura de la discoteca. «Solo la limpieza de jardines durante el tiempo que le quedaría a la discoteca ya costaría 110.00 euros», calcula Raga, que asegura que su objetivo es reconvertir la zona en un jardín botánico que recupere el paraje.

Miembros de Riba-roja Pot se presentaron en las inmediaciones de la Bassa de Reva y aseguran que encontraron «unas instalaciones completamente destrozadas, donde han desaparecido hasta los cables eléctricos», según relató su portavoz, Rubén Ferrer.

Samarucs desaparecidos

Además de los daños materiales, se suman los medioambientales. En la balsa estaba documentada la presencia de ejemplares de samaruc, una especie protegida, que actualmente ya no se encuentran allí.

Ferrer criticó al actual gobierno local por llegar a un acuerdo con la empresa en lugar de denunciar los destrozos que se han producido.