Un centenar de personas se concentró ayer en la estación de Cuenca para reclamar mejoras en la línea de tren regional que conecta con València y con Madrid. El objetivo básico era «realizar presión ante el Ministerio de Fomento» para evitar más recortes en este servicio público, como los que se produjeron en 2013.

La iniciativa estaba convocada por el sindicato CGT, Ecologistas en Acción y la Plataforma de Amigos del Ferrocarril de Cuenca. De hecho, una comitiva de treinta sindicalistas partió cerca de las diez de la mañana de la Estación el Norte, donde previamente recibió el apoyo de los alcaldes del tramo de Cercanías (C-3) de la línea (desde València hasta Utiel), representados por el mandatario de Xirivella, Michel Montaner, que ejerce de portavoz, y por su homólogo de Aldaia, Guillermo Luján.

Montaner transmitió a los miembros de CGT que los pueblos de la C-3 respaldan sus reivindicaciones y acordó con ellos una entrevista próximamente para planificar acciones conjuntas. El alcalde de Xirivella lideró hace un año un manifiesto sobre esta línea, en el que se reclamaban numerosas mejoras, y al que se sumaron tanto los pueblos del trazado como otros que piden ser incluidos como es el caso de Camporrobles. En total, fueron trece los municipios firmantes del documento.

De hecho, el alcalde de este último municipio, Gabriel Mata, acudió ayer a Cuenca junto con diversos representantes de la corporación para apoyar la marcha.

«Esto ya no es una cosa de trece alcaldes. Aquí hay implicadas más plataformas porque está línea está totalmente abandonada y necesitamos este transporte público. No puede ser que el AVE vaya a 290 kilómetros por hora y este tren vaya a 20 km/h en algunos tramos», criticó Montaner. Los mandatarios volvieron a reclamar «un plan serio de inversiones anuales tanto para Cercanías como para el tren regional de esta línea».

Una infraestructura abandonada

El representante valenciano de CGT, Juan Ramón Ferrandis, reclamó ayer a Fomento un plan de inversiones más equilibrado, que permita mantener la línea València-Cuenca-Madrid en condiciones más dignas, en lo que se refiere a las frecuencias y a los horarios. Ferrandis valoró ayer la concentración como «positiva» y, si bien reconoció que la afluencia de personas no fue numerosa -ayer era un día festivo en Cuenca, según indicó-, elogió las adhesiones de los alcaldes de numerosos municipios «para los que esta línea es vital» y de algunos colectivos vecinales del área metropolitana.

En ese mismo sentido, para que la infraestructura deje de encontrarse en estado de abandono, se manifestó el alcalde de Camporrobles, Gabriel Mata. «Más allá de lo que se invierta, tenemos miedo de que llegue un momento en el que la dejadez termine por dejar morir la línea. Hay que recordarle a Adif que esta línea es muy necesaria para nosotros», reivindicó. Asimismo, insistió en que la València-Cuenca-Madrid «es una vía de escape en caso de que por cualquier motivo el AVE dejara de funcionar».