La Administración General del Estado ha sacado a la venta una finca de, aproximadamente, una hectárea de suelo no urbanizable ubicada en la partida de las Turmas, en plena sierra de Enguera. La parcela, de tipología rústica y uso principal agrario, tiene una extensión de 10.691 metros cuadrados, de los que 4.197 m2 están ocupados por pinar maderable, 4.595 m2 por olivos de secano y 1.899 m2 por matorral, según consta en la base de datos catastrales del Ministerio de Hacienda.

Este organismo es precisamente el competente para enajenar el bien patrimonial y el que ha iniciado el expediente de adjudicación directa de la finca, tasada a precio alzado de venta en 5.320 euros. El anuncio se publicó el 18 de febrero por los cauces oficiales. Según este documento, los potenciales compradores deberán manifestar su interés por la parcela mediante un escrito dirigido a la Delegación de Economía y Hacienda de Valencia (Unidad de Patrimonio del Estado). Y el plazo para las solicitudes concluye el 18 de abril de 2017.

El anuncio del Ministerio especifica que el interesado deberá asumir la tasación establecida por el Estado y «la situación de hecho y derecho en que se encuentra el inmueble», ocupado actualmente por un tercero, según ahonda la publicación.

El comprador asumirá los riesgos

Antes de la enajenación del inmueble -inscrito en el Registro de la Propiedad de Enguera- se procederá a depurar la situación física y jurídica del mismo, practicándose el deslinde si fuese necesario. La resolución concluye advirtiendo de que el adjudicatario, de este modo, «asumirá todos los riesgos y consecuencias que pudieran derivarse de las circunstancias concurrentes, manteniendo indemne a la parte vendedora de las contingencias de cualquier naturaleza, bien sea legal, urbanística o de cualquier otro tipo que puedan producirse por actos u omisiones anteriores a la fecha de la escritura pública que se adopte. Y, en particular, de cualquier circunstancia que impida a la parte compradora la inscripción de su derecho en el Registro de la Propiedad».

Presencia romana en la zona

El paraje de las Turmas de la sierra de Enguera está emplazado entre las casas de Guillén y el «Pelao» Toñuna. En la zona se han encontrado restos arqueológicos que revelan una presencia íbero-romana en los siglos I al III. Dentro de la organización militar romana, la palabra «turma» permitía identificar a la organización formada por cientos de jinetes que servía de refuerzo a las legiones. En esta partida forestal el Estado dispone de dos parcelas similares desde el año 2011, según su inventario público.