Si usted visita este sábado Buñol y se encuentra con un grupo de gente con toda su ropa manchada de rojo y con un poderoso olor a tomate, no piense que se ha equivocado de fecha o que se ha adelantado la Tomatina: ésta se celebrará este año el 30 de agosto. Esas personas con trozos de tomate en su cuerpo procederán de una «tomatina» a pequeña escala. Es la «iniciativa experimental», en palabras de la nueva alcaldesa, la socialista Juncal Carrascosa, con la que Buñol pretende iniciar la desestacionalización turística en su municipio y que se celebrará este sábado 1 de julio en la finca de El Oliveral.

La cita, que ha sido organizada por Tomatina Sound Festival, surge de una idea de la Asociación de Comerciantes de Buñol, según atribuye la alcaldesa, y cuenta con el apoyo del ayuntamiento. «Entra dentro de un proyecto destinado a explotar la Tomatina durante los 364 días del año en que no se celebra esta fiesta. Hay que tener en cuenta que todo el esfuerzo que supone su organización da un rédito muy pequeño. Por eso queremos aprovecharla más», explica Carrascosa.

La popularidad de la Tomatina, una fiesta reconocida internacionalmente, es un factor del que se quiere aprovechar el consistorio buñolense. «Queremos que nuestra fiesta sea un gancho para demostrar que Buñol también cuenta con un patrimonio cultural y natural muy atractivo», añade la alcaldesa. De hecho, esta «minitomatina» vendrá precedida de una serie de actividades por el centro histórico de la ciudad para mostrar su potencial turístico.

El evento, bajo el nombre de Tomatina Sound Buñol Day y que cuenta con un aforo limitado, se iniciará el sábado sobre las 11 horas con un recorrido turístico por las calles de Buñol por las que discurre esta fiesta internacional, que también visitará el Castillo para culminar en el Museo de la Tomatina. Tras ello, los participantes irán hasta el Bioturismo Connect MAT, en la finca de El Oliveral, donde se llevará a cabo la recreación de la Tomatina con un remolque desde el que se lanzarán cientos de kilos de tomates, según indica la organización. Tras la pertinente ducha, una fiesta con discomóvil, en la que no faltará una paella para reponer fuerzas, amenizará la tarde.