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El preso 36.001 nació en Macastre

El valenciano Joaquín Blesa murió en el campo de concentración de Gusen después de haber combatido en las filas republicanas

El preso 36.001 nació en Macastre

Nació en Macastre y murió en Gusen, a unos 2.000 kilómetros de su hogar, en una sucursal del campo de concentración de la II Guerra Mundial de Mauthausen, donde era el preso número 36.001. Por el camino, la vida le llevó a Murcia, pero también a la Batalla del Ebro, en el seno de las tropas republicanas. Su nombre era Joaquín Blesa Muñoz (1909-1941) y, ahora, 76 años después de su muerte, el pasado mes de junio le rindió homenaje Macastre, el pueblo que le vio nacer.

Joaquín Blesa fue uno de los 678 republicanos valencianos deportados a los campos de concentración de la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial, según un estudio elaborado por la Direcció General de Memòria Democràtica de la Generalitat de Catalunya, la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y la Amical de Mauthausen, que fue publicado en 2009.

Precisamente, a raíz de esa investigación, salieron a la luz los nombres de los españoles que sufrieron en sus carnes la barbarie. Según desvela la alcaldesa de Macastre, María José Casero, una vecina del municipio, Lidia Colomina, descubrió la presencia en ese listado de un vecino de su localidad y lo puso en conocimiento del ayuntamiento. Tanto la propia Colomina como el consistorio indagaron en busca de familiares de aquel hombre... y los encontraron en Murcia a través de las redes sociales. Ellos todavía mantenían correspondencia intercambiada con Joaquín en aquella época: cartas que han permitido que los vecinos de Macastre descubran más detalles sobre la experiencia vivida por quien fue uno de sus vecinos.

Joaquín, cuando todavía era un niño, marchó con su familia a València y, después, a Murcia. Allí se estableció trabajando en la banca.

Al parecer, pese a la profunda devoción católica que reflejan sus escritos, mantenía unos ideales republicanos que le llevaron hasta la Batalla del Ebro para hacer frente al avance franquista.

La derrota en la contienda bélica provocó su exilio a Francia, donde años después fue apresado por el ejército nazi y deportado a campos de internamiento en Sagan, Trier y, finalmente, Mauthausen y Gusen. Allí murió.

Según la versión oficial dada por el cónsul de España en Viena a su madre, María Muñoz, Joaquín «fallece el 15 de noviembre de 1941 a las nueve horas y 55 minutos de la mañana en Mauthausen, siendo la causa del fallecimiento una neumonía». Por entonces, Joaquín solo tenía 31 años.

Su amigo José Andújar Villaescusa sí que sobrevivió a las penurias de los trabajos forzosos. Tras ser liberado el 5 de mayo de 1945, volvió a España y viajó hasta Murcia para comunicar las malas noticias a la familia de Joaquín. Pero, además, les sorprendió con una nueva versión de su muerte: Según aseguró, a Joaquín lo mataron de una paliza.

Pero aquel viaje no fue lo único que le unió a José Andújar con la familia de Joaquín. Allí conoció a su hermana, con quien se casó. Su hijo, también llamado José, sobrino de Joaquín Blesa, pudo acudir al homenaje que le brindó Macastre a su ya histórico vecino, precisamente en la casa en la que nació. Un acto que, según su alcaldesa, María José Casero, «sirvió para unir a todo el pueblo con mucho respeto y conocimiento por parte de todos a través de la memoria histórica».

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