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Transporte público

Los Serranos: tan cerca y tan lejos

Las carencias en el transporte público dificultan la conexión de esta comarca con València

Vista panorámica del municipio de Chulilla, en la comarca de Los Serranos. m. a. montesinos

Desde València hasta Pedralba apenas hay 40 kilómetros. Hasta Villar del Arzobispo unos 60 por carretera. Y hasta Titaguas, uno de los municipios de Los Serranos que están más lejos de la capital, unos 100. Estas distancias, a priori no tan grandes, se multiplican por las carencias existentes en el transporte público disponible en esta comarca, lo que la convierte en una área prácticamente incomunicada.

La concesionaria del servicio público de autobús, la emblemática Hispano Chelvana (que nació hace casi un siglo, en 1925), cuenta con tan solo seis rutas. Y de esas seis, cinco solo tienen un viaje de ida y otro de vuelta al día, siempre que la jornada sea laborable. La línea Castielfabib-Tuéjar-Villar-Valencia tiene tres: Uno empieza su periplo en Titaguas -aunque puede iniciar el camino en Aras de los Olmos o el Rincón de Ademuz bajo demanda, es decir, si los usuarios lo han pedido el día laborable anterior-, otro en Tuéjar y el último en Villar del Arzobispo. Las otras rutas parten -con solo una ida matinal y una vuelta vespertina- desde Andilla, Higueruelas, Sot de Chera, Alcublas y Arcos de Salinas (Teruel).

Una oferta que desde la Mancomunidad del Alto Turia consideran insuficiente para una población de unas 18.000 personas, donde la mayor parte de la gente es mayor, y una extensión de más de 1.400 kilómetros cuadrados. «A algunos pueblos ni llega el transporte público», denuncia el presidente de la mancomunidad y alcalde de Titaguas por el PSOE, Ramiro Rivera. «La Generalitat y la diputación deberían hacer algo por que lleguen los autobuses o mejore la oferta porque nuestra situación va camino ya de convertirse en un insulto a la población rural».

Los vecinos de Los Serranos no solo tienen dificultades para poder desplazarse a València, sino también al Hospital de Llíria, donde tienen asignada la asistencia sanitaria. «La situación es crítica. Solamente queremos un servicio de transporte público digno para que la gente que no pueda conducir pueda llegar, por ejemplo, a su centro sanitario», insiste Rivera, que recuerda que la concesión «sigue funcionando como hace 20 años y las necesidades y la gente han cambiado mucho desde entonces».

En esa misma línea se manifestó el Centro de Estudios Locales La Serranía (CELS), que reclamó que se potencie el servicio público en detrimento de los vehículos privados.

«Ya es hora de que la administración se crea la población rural». remató Ramiro Rivera.

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