La rápida actuación de la Policía Local de Godelleta evitó el pasado jueves que un perro muriera ahogado en una poza de la localidad. Un agente se arrojó al agua en calzoncillos al ver que no iba a aguantar el tiempo suficiente hasta la llegada de los bomberos. Se desconoce cómo llegó el animal hasta allí y los intentos por tratar de localizar a su propietario han resultado inútiles, ya que el can carecía de chip de identificación, según ha podido saber este periódico.

El policía logró sacar al perro, que estaba exhausto de tratar de luchar para no hundirse y estaba hinchado después de haber tragado mucha agua. Los bomberos llegaron poco después y le colocaron una manta térmica, dándole calor corporal para que el animal se recuperara poco a poco.

Asimismo se le trasladó al almacén municipal, donde se le alimentó y ha estado en observación para que en caso de empeoramiento se avisara al veterinario. Actualmente el perro, un podenco mestizo, ya se encuentra bien gracias a la intervención de la policía y de los bomberos.

El rescate se produjo a las 13.50 horas del jueves en la balsa El Pocico de Godelleta. Un vecino telefoneó a la policía alertando de que un perro se estaba ahogando. El animal estaba en el fondo del embalse y no podía salir ya que la goma de la que está forrado resbalaba y le impedía subir a la superficie.

La patrulla de la Policía Local junto con este vecino colocaron una escalera desplegable atada a un poste para poder llegar al fondo. Aunque los bomberos ya estaban avisados y llegarían en pocos minutos, al ver que el perro ya no podía aguantar más y se hundía, uno de los agentes se quitó la ropa y se lanzó a la poza para rescatarlo.