Durante décadas el problema de los nitratos en el agua de Calicanto ha estado latente, pero su eclosión ha llegado este verano a raíz de la crisis del brote de legionela que dejó en la urbanización un muerto y otros seis afectados, que pudieron recuperarse. Aunque ambas circunstancias parece que no guardan relación directa, el brote provocó que se haya puesto especial preocupación en el cuidado del agua.
La crisis de la legionela: punto de inflexión